En Estados Unidos la potente campaña autodefinida apartidista Rock the Vote pretende involucrar a los jóvenes en la política institucional, animándoles a participar en las elecciones presidenciales del próximo 6 de Noviembre y a dejar oír sus reivindicaciones a través del voto.
Valla publicitaria, Rock the Vote. Apartament One, 2012.
La denominada Millenial Generation representa una cuarta parte del electorado del 2012 y el voto joven constituyó uno de los factores fundamentales de la victoria de Obama en las anteriores elecciones. No queda duda, por tanto, de que la consecución de la integración de los jóvenes en el proceso electoral resulta una tarea imprescindible a la hora de legitimar la misma estructura del sistema democrático, cuya imagen se encuentra en la actualidad particularmente dañada por su incapacidad de hacer frente a la crisis económica de una manera socialmente sostenible.
Dentro de este contexto, la agencia creativa Apartament One ha sido la encargada de lanzar una impactante campaña visual que nos ha llamado especialmente la atención y que intenta influir en los jóvenes adoptando el estilo y el lenguaje habitual de este específico sector de la población. Con el objetivo de conseguir, en palabras de la propia agencia, que la juventud adquiera consciencia del poder colectivo que detenta, se ha realizado una de las campañas de publicidad digital exterior más extensas de la historia, al emplear para ello más de un billón de impresiones.
La combinación de mensajes textuales concisos y con una expresividad potente como They will us to keep silent, we will to be heard (ellos quieren que nos mantengamos en silencio, nosotros queremos ser escuchados) o They will us to panic, wi will organise (quieren que tengamos miedo, nosotros nos organizaremos) una fotografía juvenil, una estética minimalista y elementos gráficos que imitan la escritura manual constituye el elemento clave que puede hacer de la campaña We will todo un éxito, consiguiendo la identificación de los jóvenes con sus contenidos.
Además de la apropiación de los lenguajes y herramientas propios no sólo de la juventud sino también de los más actuales movimientos sociales de protesta como uno de los fundamentos de la estrategia comunicativa, constituye un elemento a tener en cuenta la diversidad de los diseños concretos que vehiculan cada mensaje para incidir desde diferentes perspectivas en los receptores. De hecho, cualquier tipo de soporte puede servir para llegar a los más jóvenes: enclaves de publicidad en marquesinas, vallas, pegatinas, chapas o taxis. Entre ellos merece la pena destacar la imponente panel construido en Times Square.
Se trata por tanto de una inteligente y estéticamente original iniciativa. Sólo nos queda ver si todo este esfuerzo será suficiente para lograr derrumbar el muro que cada día más parece alzarse entre los intereses de la clase política y la oligarquía financiera y una población a la que no le queda más remedio que desconfiar de un sistema alejado de los problemas concretos de las personas.