La música y la informática se dan la mano en el nuevo proyecto de Sagmeister & Walsh, el estudio de diseño creado por Stefan Sagmeister y Jessica Walsh. La identidad visual de Fugue, una nueva empresa de software especializada en la constante renovación de infraestructuras en la nube, refleja su esencia a través de una imagen en constante movimiento.
Identidad visual de Fugue, Sagmeister & Walsh, 2015.
Partiendo del propio carácter cambiante que propone el programa informático, Sagmeister & Walsh desarrolló una identidad dinámica compuesta por un logotipo caligráfico animado, una aplicación con la que adecuar futuros elementos a la nueva imagen y un imaginario visual de figuras abstractas.
Lejos de los clásicos logos tecnológicos caracterizados por su aspecto masculino, el nombre de Fugue está constituido por líneas formadas por puntos. Su delicado trazado evoca una caligrafía escrita mediante pluma, estableciendo así un puente entre la historia y evolución de la escritura y el presente informático de la misma. Sagmeister & Walsh proyectó una versión estática, para impresión, y otra animada, en la cual las líneas se mueven, desaparecen y se regeneran, aludiendo así a la naturaleza efímera del producto. Ideado para su reproducción a gran tamaño —ferias, bolsas, camisetas, etcétera.—, el logotipo presenta un problema: debido a la complejidad de sus formas éste no es legible a pequeña escala, razón por la cual el estudio diseñó una alternativa en fuente serif para esos casos concretos.
Identidad visual de Fugue, Sagmeister & Walsh, 2015.
La aplicación, creada para su uso interno en Fugue, es capaz de adaptar cualquier elemento gráfico al lenguaje establecido por la nueva identidad gráfica. La aplicación permite importar archivos SVG y concebir con ellos nuevos patrones e ilustraciones, modificar su tamaño o crear animaciones.
La vertiente musical está presente en el proyecto no solamente en el nombre —en clara referencia a la técnica de composición hecha famosa por maestros como Bach, Mozart y Beethoven— sino también en el imaginario visual creado. La alusión a un pentagrama repleto de notas, la sugerencia de los surcos de un vinilo, o la reminiscencia de la parte central de una clave de sol, son sólo algunas de las improntas del arte de las musas.
Fugue basa su funcionamiento en la regeneración constante de componentes de la infraestructura presente en la nube, reduciendo así el riesgo de piratería. Al igual que dicho software, la identidad desarrollada por Sagmeister & Walsh, con sede en Nueva York, es fácilmente reconocible pero dinámica y cambiante al mismo tiempo.
Identidad visual de Fugue, Sagmeister & Walsh, 2015.