La hora de la ilustración artesanal
En tiempos donde las herramientas digitales lo son todo, el ilustrador y diseñador neoyorquino James Lipnickas ha conseguido completar una arrolladora serie en lápiz y papel donde la soledad y la nostalgia son retratadas como pocas veces se ha hecho. Con una cartera de clientes de máxima exigencia, donde destacan compañías de la talla de Apple, McDonald’s o Nexus Studios, Lipnickas ha sacado tiempo para dar vida a una colección con vida propia.
Lo de «ilustración artesanal» es solo anecdótico, un plus gratuito para el observador. El verdadero valor de sus piezas reside en los elaborados y ciertamente fantásticos escenarios. Entornos opresivos, donde una cruenta arquitectura brutalista, en clave Escher, someten al protagonista, siempre a la búsqueda de puertas o ventanas que le permita escapar de estos laberínticos entornos.
Y aunque se trata aún de una sola serie, es razonable pensar que estamos presenciando los primeros pasos de una larga y fructífera carrera. Estaremos atentos a más novedades.