Una bocanada de aire fresco para el sector
Debido a las especiales características del producto y su renovada industria, el packaging para bebidas alcohólicas se ha convertido en un territorio fértil para la exploración y explotación creativa. El diseñador e ilustrador argentino, Emi Renzi es, en este sentido, un ejemplo perfecto de esta suerte de fenómeno.
Su impresionante portfolio, tanto por calidad como por cantidad, reboza color, frescura y profesionalidad. Cada uno de sus trabajos son verdaderas obras de arte funcionales, piezas difíciles de etiquetar y catalogar debido a la orgánica fusión de estilos, influencias y técnicas. Este particular rasgo, les permite, en cierta forma, existir en cualquier contexto y conectar con el observador de primeras y anidar en su mente para siempre.
«En mis trabajos me gusta combinar componentes estéticos muy diversos y mi especialidad está en crear diseños con gran presencia de ilustración y lettering handmade, poniendo mucho énfasis en los detalles. La forma que empleo al trabajar no me permite anclarme a un estilo particular y eso hace que cada proyecto se adapte a la personalidad de cada producto», comenta Renzi.
¿Un último apunte? La especial conexión con animales. Efectivamente, Renzi consigue incorporar a sus composiciones —y hacer funcionar— desde gorilas o elefantes, hasta otros especímenes más tradicionales como perros o pájaros. Lo dicho, una bocanada de aire fresco para el sector.
«La unión de la ilustración handmade y el diseño gráfico me dio la posibilidad de trabajar para proyectos de carácter internacional y muy variados».