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Maestros del Diseño en América Latina: Edgardo Giménez (Argentina)

Maestros del Diseño en América Latina: Edgardo Giménez (Argentina)

Maestros del Diseño en América Latina: Edgardo Giménez (Argentina)

El artista plástico y diseñador gráfico Edgardo Giménez nació en Santa Fé, Argentina, en 1942. Autodidacta, siempre se dedico a experimentar con todas las formas de expresión, en una obra extensa y diversa, que atraviesa todas las corrientes artísticas sin hacer concesiones ni autocensura.

Con una fuerte influencia del pop art, fenómeno mundial desde los años 60, Edgardo decidió que la única forma de trabajar sería romper todos los límites y fronteras del arte y el diseño, creando a lo largo de todos estos años piezas fundamentales en el imaginario colectivo de la cultura argentina.

Edgardo ha sido exhibido, publicado, reproducido y difundido en numerosos países, museos, instituciones, revistas y libros, así como en su propio país. Con una obra definida como “inclasificable” por diversos críticos y autores, continúa intensamente activo en la ciudad de Buenos Aires, donde vive y trabaja.

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Edgardo Giménez. Archivo Edgardo Giménez.

¿Cómo fueron tus primeros pasos en la carrera del diseño en tu país? En otras palabras, ¿cuál fue la percepción de este trabajo en ese momento?
Elegí ser un artista integral desde el comienzo, no sólo gráfico, sino haciendo ropa, escenografías, diseños de objetos para uso cotidiano, arquitectura, diseño de jardines… 

A los cuatro o cinco años me gustaba dibujar. Un día intenté dibujar al gnomo Pimentón, que aparecía en una revista Patoruzito, y que se defendía de cualquier enemigo con una maquinita de un aerosol con la que hechizaba cualquier cosa. Como suponía que la gente grande lo sabía todo, le pedí a mi madre que lo hiciera por mí. Lo hizo: era un verdadero mamarracho. Ese gnomo imperfecto fue mi primera gran decepción. Me dí cuenta de que los grandes sabían algo, pero no todo. 

Había inventado un aparatito: una cajita con un rollo arriba y otro abajo con figuritas pegadas y dibujos míos, como una especie de película que se miraba desde un agujero. Eso tuvo tanto éxito que los chicos me pagaban para mirar cómo el rollo iba para arriba o para abajo. Recuerdo que llegaba a casa con los bolsillos llenos de monedas, y mi madre me ahorraba esa plata. 

A los siete años, en Buenos Aires, vi a un hombre dibujando sobre el asfalto, con tiza, varios superhéroes de historieta, y quedé deslumbrado por su destreza. Era maravilloso que con una tiza blanca provocara tanta magia. Antes, en Santa Fé, yo dibujaba personajes de historieta desde muy chico, pero ese hombre que dibujaba en la calle me dio la claridad que yo no tenía. Simplemente quería ser ese muchacho y nada más. Trabajando en agencias de publicidad tuve éxito con mis presentaciones, y hacía posters que me encargaban otros artistas, me llamaban “El Afichista de los Intelectuales”. 

Antes, en la esquina de mi casa en el barrio de Caballito, hacía vidrieras con insecticidas para la ferretería de la cuadra: las vecinas se quedaban largo rato apreciándolas y nos felicitaban, a mí y al ferretero. Fue para mí un estímulo increíble. Entonces me dí cuenta de que me gustaba exponerme a la opinión de los demás. Durante un año y medio hice las vidrieras de esa ferretería. Siempre me gustó que lo que hago fuera apreciado, y fue así.

Maestros del Diseño en América Latina: Edgardo Giménez (Argentina) Archivo Edgardo Giménez.

¿Se reconoció la importancia de este trabajo?
Sí, absolutamente; lo nuevo no pasaba inadvertido sino al contrario. Eso fue lo que marcó ese momento en el país. 

¿Cómo era el entorno cultural de su país en este momento?
“Los gloriosos sesenta”… como en todo el mundo, era un estallido de cambios, todo era a favor del cambio, era un ambiente estimulante y muy creativo.

En ese momento, todo el trabajo de diseño se realizaba manualmente. ¿Cree que con la llegada de las computadoras ha perdido algo, o cree que la esencia del diseño sigue siendo la misma, sin importar las herramientas?
Creo que sigue siendo la misma, la esencia no cambia. Sorprender, descubrir, señalar, destacar, mostrar lo esencial, lo vital, lo verdadero… eso sigue siendo así más allá de la tecnología.

Maestros del Diseño en América Latina: Edgardo Giménez (Argentina) Archivo Edgardo Giménez.

¿Cree que su trabajo podría haber sido diferente si hubiera tenido acceso a todas las herramientas tecnológicas que tenemos hoy? ¿O no cambiaría en absoluto?
Quizá algún cambio, aunque no sustancial. Tal vez habría llevado menos tiempo entre la idea y su concreción. Por ejemplo, la tipografía se elegía, luego se armaba, se requería más tiempo para armar una obra. Pero lo escencial, la idea de la obra… siempre tuve claro qué quería y cómo lo quería. 

Mirándolo ahora, si pudiera, ¿hay algún trabajo propio que hubiera cambiado o hecho de otra manera?
¡No! La he pasado muy bien haciendo lo que quería desde los 9 años hasta hoy. He tenido la fortuna de tener claridad en mi quehacer. Me satisface idear y concretar mis ideas, y parto sabiendo qué es lo que quiero hacer.

Maestros del Diseño en América Latina: Edgardo Giménez (Argentina) Archivo Edgardo Giménez.

En mi juventud tuve una necesidad vital de consumir revistas internacionales y publicaciones de diseño, como Graphis, Idea, Novum y otras, ya que en mi país (Brasil) no teníamos nada local. ¿Cómo ha sido esto en su caso particular?
A pesar de que han salido grandes artículos en todas esas revistas, nunca fui de investigar ahí, sino que recurría a mi inventiva. A través de revistas especializadas descubrí al francés André Francois y al suizo Herbert Leupin, que hacían unos personajes maravillosos, más cerca de la pintura que de la publicidad. También me gustó el italiano Franco Grignani, que hacía distorsión de las imágenes.

Maestros del Diseño en América Latina: Edgardo Giménez (Argentina) Archivo Edgardo Giménez.

¿El término «diseño», aplicado a todo y a todos, incluidos los nuevos edificios residenciales, parece una trivialización de esta profesión?
No todo es diseño, como en el mundo del arte, no todo es arte. Sólo la calidad y originalidad se abre paso como verdadera. Pero el buen diseño, lo que es verdad, pureza, belleza, equilibrio… puede aplicarse a toda creación humana. No se trata de triunfar, sino de aportar valor a la humanidad.

Maestros del Diseño en América Latina: Edgardo Giménez (Argentina) Archivo Edgardo Giménez.

Hoy me parece que hay un total desinterés de los jóvenes por la información, el conocimiento, etc. Milton Glaser decía que los estadounidenses desconocen todo lo que sucedió hace más de 5 años. Es un hecho que estamos viviendo un desastre cultural, no solo por lo que se ofrece sino también con indiferencia por parte de los jóvenes. ¿Cómo lo ve en comparación con otras épocas?
La evolución de la conciencia humana es muy sorprendente. Luego del gran descubrimiento y apertura mundial de los años sesenta, comenzó un período de confusión social en el mundo en los setentas. Pero muchas cosas que fueron grandes descubrimientos en aquel momento, y que parecieron terminar allí, resurgieron luego de muchos años y en distintos campos, con nueva fuerza. Y no me refiero sólo a diseño y arte, sino por ejemplo a psicología medicina y espiritualidad, por ejemplo. Creo que hay momentos oscuros que, eso sí, me gustaría que duraran menos! Me gustó ver la vida de la humanidad en sus grandes momentos, y estoy muy contento de haber vivido algunos. Esos tiempos del país y del mundo son una fuente de alegría, de fuerza y esperanza.

Maestros del Diseño en América Latina: Edgardo Giménez (Argentina) Archivo Edgardo Giménez.

La pregunta clásica: si tiene algún consejo que dar a la nueva generación de diseñadores, ¿cuál sería? ¿Y por qué?
Yo les diría: Creación propia y no copia, porque está bueno que el diseño tenga marca de autor. Oscar Wilde dijo: “Nada que merezca ser aprendido puede ser enseñado”. 

Sin embargo, creo que la gente puede aprender viendo vivir a otros. Un día, luego de algunos años de trabajar conmigo, mi jardinero (que antes sólo escuchaba futbol por radio) estaba almorzando solo y escuchando Mozart. Eso es aprender. Pero aprende sólo quien está despierto, abierto. 

No olvidemos que embellecer la vida es una de las tareas más nobles como profesión y como testamento. Yo disfruto con la belleza que produzco y que otros han producido, y lo agradezco. Lo que produzco y lo que me han dado tantos artistas y tantas personas es lo que soy. Y les dejo algunas frases de Einstein, que dijo: “La imaginación es más importante que el conocimiento. El conocimiento es limitado, la imaginación circunda al mundo”. Y otra: «La búsqueda de la verdad y la belleza conforman un área donde podemos seguir siendo niños toda la vida».

Maestros del Diseño en América Latina: Edgardo Giménez (Argentina) Archivo Edgardo Giménez.
Maestros del Diseño en América Latina: Edgardo Giménez (Argentina) Archivo Edgardo Giménez.
Maestros del Diseño en América Latina: Edgardo Giménez (Argentina) Archivo Edgardo Giménez.
Maestros del Diseño en América Latina: Edgardo Giménez (Argentina) Archivo Edgardo Giménez.
Maestros del Diseño en América Latina: Edgardo Giménez (Argentina) Archivo Edgardo Giménez.
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