Además de ser un referente en la historia del diseño en Colombia, Marta Granados tiene su presencia plenamente involucrada con la enseñanza del diseño de ese país, con un amplio y agradecido rol como Profesora Titular de la Universidad Nacional de Colombia. Muchos de los diseñadores colombianos actuales han percibido la riqueza y fuerza que emana de sus colores y creaciones.
Marta nace en la ciudad de Duitama, interior del país, rodeada de montañas y verdes cultivos. Sus estudios estarán siempre en el campo de las artes, y esto la llevará al compromiso de convertirse en artista gráfica. En este campo encuentra la maravillosa evidencia del diseño, con la cual su vida cumple objetivos para la educación visual de su país, así como con una larga carrera de búsquedas sustentada en los conceptos y valores de nación.
Su receptividad hacia las primeras aproximaciones a la “Identidad Visual de Colombia”, motivadas por el entonces presidente Dr. Belisario Betancur, responde a este espacio único que ella abraza con total creatividad. Aquí es donde nacen sus primeros carteles COLOMBIA ES, y donde Marta explora magistralmente el uso de su paleta múltiple de colores, algo que definirá su estilo único de diseño.
Durante años Marta ha trabajado de forma independiente para muchas Instituciones que creen en la fuerza creativa de la imagen. Su mundo gráfico es reconocido con exposiciones individuales en el Museo de Arte Moderno de Bogotá, el Museo Nacional de Colombia, el Centro Reyes Católicos de Tokio, la Biblioteca Nacional de México, el Centro del Diseño en Echirolles (Francia), Chicago Poster Biennial, además de premiada en las Bienales del Cartel en México, y Jurado en las Bienales de Varsovia, Chicago, Colorado, y Teherán.
Gracias a mi amigo Diego Bermúdez por hacer de puente con Marta.
¿Cómo fueron tus primeros pasos en la carrera del diseño en tu país? En otras palabras, ¿cuál fue la percepción de este trabajo en ese momento?
El arte, la estética y lo visual, significaron siempre una gran motivación, mi sensibilidad entonces se enfocaba siempre hacia esos mundos. Hice así estudios de Diseño Arquitectónico en la Universidad Javeriana, y de los Andes, ambas en Bogotá, y posteriormente en la Escuela Nacional de Artes Decorativas en Paris. Con los años complementé mi formación con animación, estudio realizado en la Saint Martin´s School of Art, Londres, gracias al British Council que me apoyó generosamente. “El Cartel Turistico”, mi trabajo de grado, me iniciaría en el mundo del diseño. Así entonces la búsqueda de la forma, apoyada en la razón de sus contenidos, se convertiría en fundamento de toda mi obra.
¿Se reconoció la importancia de este trabajo?
Fui afortunada, Colombia anhelante de nuevos lenguajes, capaces de visualizar su sentir y sus necesidades sociales y culturales, me abrió maravillosos y receptivos espacios. Carátulas, carteles y libros, piezas que una vez realizadas, significaron una forma visual moderna y accesible a todos.
¿Cómo era el entorno cultural del país en ese momento?
Hasta ese momento, visualmente todo había sido lento. Pero este era un país anhelante y que se despertaría a nuevas estéticas y conceptos funcionales que lo hicieran eficaz, y que para quienes iniciábamos este camino, este de la comunicación visual, resultaría muy grato integrarse a esta necesidad…
Por entonces, todo el trabajo de diseño se realizaba manualmente. ¿Crees que con la llegada de los ordenadores has perdido algo, o crees que la esencia del diseño sigue siendo la misma, sin importar las herramientas?
Creo firmemente en que el fundamento del diseño es la “creatividad encausada y progresiva”, camino que lo conduce hasta su logro final. Instrumentos magistrales actuales de trabajo pueden contribuir a su perfección, pero no son la esencia de su logro; por el contrario, pueden distraer de sus fundamentos y objetivos.
Mirándolo ahora, si pudieras, ¿hay algún trabajo propio que hubiera cambiado o hecho de otra manera?
A través de toda mi trayectoria he valorado inmensamente cada trabajo que me han encomendado, y puedo decir que me he sentido convocada a realizarlos con excelencia.
El tiempo ha demostrado, que el diseño es memoria visual de un país, por tanto, su calidad y consecuencias quedan en el tiempo.
En mi juventud tuve una necesidad vital de consumir revistas internacionales y publicaciones de diseño, como Graphis, Idea, Novum y otras, ya que en mi país (Brasil) no teníamos nada local. ¿Cómo ha sido esto en tu caso particular?
Todo era difícil y lejano. Sabíamos de ciertas revistas y cuando podíamos acceder a ellas, lo valorábamos. El gran valor entonces, visto hoy día, fue el inicio de la necesidad por otros mundos: aquellos tan lejanos de donde las revistas nos llegaban con información de novedad y nuevo saber. Fue así que el momento vendría, y gustosa, y ya no en revistas sino en vivo pude visitar los talleres de los grandes Maestros de quienes recibí lecciones presentidas y emocionadas.
El mundo lejanísimo para alguien que vivía en Colombia, comenzaba a aproximarse, y así el regocijo milagroso de conocer a los Maestros y visitar sus talleres, se dio como un hecho revelador. Ikko Tanaka, Kasumasa Nagai, Shigeo Fukuda, Lech Majewski, Alan Fletcher, Waldemar Swierzy, Ivan Chermayeff, Alain Le Quernec, Michel Bouvet y Milton Glaser – a todos ellos con profunda admiración, a ellos rindo mi homenaje y emoción.
También las Bienales del Cartel: como México, Varsovia, Colorado y Toyama, han contribuido a un estupendo acercamiento, especialmente para nosotros en Latinoamérica.
¿El término «diseño», aplicado a todo y a todos, incluidos los nuevos edificios residenciales, parece una trivialización de esta profesión?
Para mi DISEÑO seguirá siendo la disciplina esencial, aquella que conduce a resultados rigurosos, y elocuentes. Su esencia inequívoca de rigor, sabrá encausar la validez de sus búsquedas, accediendo entonces a resultados funcionales y contundentes. Otras connotaciones entran, si lo podemos anotar, en el terreno del mundo de lo decorativo y aplicado.
Hoy me parece que hay un total desinterés de los jóvenes por la información, el conocimiento, etc. Milton Glaser decía que los estadounidenses desconocen todo lo que sucedió hace más de 5 años. Es un hecho que estamos viviendo un desastre cultural, no solo por lo que se ofrece sino también por la indiferencia de una parte de los jóvenes ¿Cómo lo ves en comparación con otras épocas?
No lo veo muy claro, porque hoy encuentro en los jóvenes un nivel de gran información. Lo que falta es pausa en su cotidianidad, aquella que permita la reflexión de la misma, la que asimilada conduzca a resultados consecuentes.
Decantar la información recibida, es esencial. Reflexión, pausa, pensamiento, y mucho trabajo de taller, son su camino.
La pregunta clásica: si tienes algún consejo que dar a la nueva generación de diseñadores, ¿cuál sería? ¿Y por qué?
El diseño es un proceso de trabajo perseverante. La improvisación no es reflexiva y los sistemas técnicos actuales no remplazan la mente creativa. Estos son apenas su complemento.
“Pero, se crea diseñando y se diseña creando”