Por el simple y delicioso placer de diseñar
Los proyectos personales siempre nos dejan cosas positivas, ideas, conceptos, técnicas,… al no estar restringidos por el mercado o rígidos briefings, los resultados suelen ser tan inspiradores como impredecibles.
Un buen ejemplo de este fenómeno es Good Movies As Old Books, una serie de ilustraciones abierta y en desarrollo, obra del diseñador e ilustrador estadounidense Matt Stevens que, a pesar de colaborar habitualmente con compañías del calibre de Facebook, Google, Netflix, Nike, The New York Times o Pinterest, ha conseguido encontrar tiempo para diseñar por el simple placer de hacerlo.
Good Movies As Old Books es en esencia la traducción de iconos del séptimo arte a portadas de libros. ¿Simple? En absoluto. La propuesta de Stevens conlleva un riesgo importante, tanto técnico como social. Llevar al papel (digital) joyas del celuloide como La La Land, Matrix, Gladiator, Fight Club, Alien o Interstellar, por nombrar apenas algunos, podría fácilmente sentenciarlo en los mentideros de Internet y poner en riesgo una carrera meteórica.
Por supuesto, el resultado es una serie deliciosa, donde las acertadas interpretaciones de Stevens se suceden en teóricos libros de segunda mano, ajados por el tiempo y el uso, insuflando al proyecto un realismo y nostalgia de agradecer. En este artículo reunimos un puñado de portadas que bien valen para hacernos una idea del talento de su creador y su amor por el diseño y el buen cine.