Sodas de autor australianas
El diseñador británico Ben Galbraith firma un refrescante proyecto de packaging para una marca de bebidas carbonatadas artesanales que, desde su fundación en la ciudad australiana de Victoria, ha ido ampliando ostensiblemente su territorio, gracias a su fuerte compromiso con el buen diseño.
El objetivo de Ben Galbraith y su equipo era componer una identidad para una línea especial elaborada con hierbas propias de la región. Sin caer en clichés y/o lugares comunes, se consiguió componer un sistema gráfico delicado pero reconocible tomando como punto de partida ciertos rasgos del arte aborigen australiano, concretamente, el de la pintura de puntos.
Cada una de las tres variedades (anís y mirto; ciruela davidson y rosella; y quandong del desierto con melocotón), aunque mantienen la disposición de elementos en las composiciones, difieren una de la otra tanto en la paleta de colores como en los personajes. Estos sutiles puntos de encuentro consiguen un grado de cohesión mayor que se refleja tanto individual como colectivamente.
En definitiva, una propuesta seria que aposta valor real a un producto que busca posicionarse en un mercado tan competitivo como el de las bebidas carbonatadas.
