Internacional pero con personalidad nacional
Pentagram, el galardonado estudio británico que este año celebra su 50 aniversario, firma la nueva identidad de Peach, una tostaduría industrial estadounidense con carácter de autor que busca reposicionar su marca en un mercado completamente nuevo.
El objetivo para este proyecto, realizado por el equipo de la sede de Austin, era confeccionar un sistema versátil y dinámico que, partiendo desde los símbolos y referencias tradicionales de la marca, la región de origen y su contexto cultural, pudiera dar un salto cualitativo en términos visuales y funcionales.
Con estos precedentes, la gente de Pentagram decidió apostar por un ecosistema iconográfico sencillo que le permitiera discriminar las 12 variedades principales de la marca (Colombia, Decaf, DIY, Red Clay, Sumatra, Ethiopia, Rwanda, Nicaragua, Dirty South, Vietnam, Brazil y GA400), solo apoyándose en una paleta amigable pero de gran contraste.
Uno de los grandes retos, sino el mayor de todos, era conseguir sanear el significado de la marca (peach = melocotón), nombrada así por el estrecho vínculo entre esta fruta y la ciudad de Atlanta, cuna de la tostaduría. «En ocasiones se ha llegado a percibir como café hecho o mezclado con melocotones», comentan desde Pentagram. Para remediar esta confusión, el equipo creativo se decantó por limitar al máximo el uso del «color melocotón» y diseñó un sistema de etiquetado simple y fácil de leer, con un tipo de palo seco (Gilroy, de Radomir Tinkov) en mayúsculas y un amplio espacio en blanco para, según comenta, «identificar claramente el nombre, el perfil de sabor y el origen del café, sin dejar dudas de que el contenido de las bolsas de nuevo diseño es café, ¡y no melocotones!».
El proyecto cierra con la creación de una mascota oficial, un perro de raza Pointer llamado —como no— Peaches; y un isotípo secundario que insinúa un melocotón desde las líneas maestras de una letra P. Lo dicho, otro nivel.