Una propuesta tan atractiva como singular
SomeOne, el premiado estudio británico, propiedad de David Law, Gary Holt, Laura Hussey y Simon Manchipp, ha sido el encargado de dar una nueva personalidad al Museo Nacional de Liverpool, sin lugar a dudas, una de las instituciones culturales más importantes del país.
Se trata de una propuesta tan atractiva como singular —al menos en el ámbito museístico— que se entiende y se construye a partir de un único elemento gráfico que, además de funcionar como hilo conductor y conector, aporta un dinamismo y una juventud pocas veces visto en este sector.
Más allá de los retos y complicaciones naturales de este tipo de proyectos, sumada a la superlativa dimensión del cliente, el sistema debía contemplar seis museos más que, aunque independientes, funcionan bajo el mismo paraguas, como son el Museo Mundial, el Museo Internacional de la Esclavitud, el Museo Marítimo, la Galería de Arte Walker, la Casa Sudley, y la Galería de Arte Lady Lever. Y, como si esto fuera poco, también debía incluir —y prever— submarcas, como el espacio para eventos corporativos Hosted by, o el programa de concienciación sobre la demencia, House of Memories.
La respuesta de la gente de SomeOne, llegó en forma de onda, literalmente, o mejor dicho, gráficamente. Una «ola de optimismo», cuidadosamente silueteada para sugerir una ene, una eme y una ele (las siglas de la marca), atraviesa todas las composiciones, en cualquier formato o soporte, conectándolas y reforzadlas. Este decisión, consiguió borrar de un plumazo el antiguo logotipo en forma de lazo. Brillante. «Normalmente los museos poseen sistemas gráficos predecibles, y se terminan encomendando al éxito de las exposiciones para conectar con los visitantes. Nosotros hemos conseguido crear una marca visual y verbalmente nueva, radicalmente nueva… ahora es brillante, progresiva y divertida», comenta Simon Manchipp, socio fundador de SomeOne.
