Piezas con un fondo conceptual y efectividad visual fuera de lo común
Justo cuando comenzamos a pensar que el retrato en el ámbito de la ilustración editorial ha pasado a mejor vida, llega Tavo Montañez para ponerlo todo patas para arriba.
Efectivamente, este talentoso diseñador gráfico e ilustrador mexicano, que entre sus clientes habituales se encuentran firmas de la talla de The Washington Post, Science, Akal Ediciones, ESPN, Roche, TecReview, Converse o McCann, ha conseguido dar con una forma única y ciertamente atractiva de reformular el retrato convencional, imprimiéndole a cada una de sus piezas un fondo conceptual y efectividad visual fuera de lo común.
Lo primero que llama la atención de sus placas es el delicado trabajo de superposiciones, degradados y luces y sombras. Estas técnicas a veces sirven para introducir nuevos personajes o elementos que apuntalan el relato imperante o bien, ofrecer al observador un segundo plano del retratado. En cualquier caso, siempre funciona.
Un segundo aspecto a destacar es el tratamiento del color, arriesgado pero efectivo. La obsesión por los detalles formales contrasta con la atípica adjudicación de los colores.
«Como ilustrador, suelo comenzar el proceso creativo con algunas notas y bocetos en mi cuaderno de bocetos. Me gusta trabajar con medios analógicos, principalmente lápiz y tinta sobre papel, aunque no rechazo la tecnología. Con frecuencia combino dibujo tradicional con el poder de los ordenadores, hasta a veces he llegado a crear gráficos totalmente digitales», confiesa Montañez.
Lo dicho, buena ilustración mexicana.