Algunas de las iglesias más impresionantes de países como Dinamarca, Japón, Estados Unidos, Francia o Países Bajos
Probablemente el diseño de espacios de adoración y culto, la llamada arquitectura religiosa, a menudo no recibe la atención que se merece por parte del gran publico y la prensa especializada. Este vacío de mérito podría deberse a la idea general de que se trata de arquitectura vetusta, con poco o nada para ofrecer, más allá de su inmenso valor histórico y cultural. Pues bien, el fotógrafo galo Thibaud Poirier, especializado en fotografía arquitectónica, ha decido poner de su parte para cambiar esta percepción y abrirnos las puertas a un mundo verdaderamente apasionante y desconocido para la gran mayoría. Se trata de Sacred Spaces, una brutal serie compuesta por cerca de 40 imágenes donde retrata, con absoluta precisión y buen gusto, algunas de las iglesias más impresionantes —en términos estéticos, arquitectónicos y tecnológicos— de países como Dinamarca, Japón, Estados Unidos, Francia o Países Bajos.
La monolítica catedral de Santa María de Tokio, diseñada por Kenzo Tange; la brutalista iglesia de San José, ubicada en la ciudad francesa de El Havre, obra de Auguste Perret; la futurista Capilla de Cadetes de la Academia de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, proyectada por Walter Netsch y Harold E. Wagoner; la minimalista iglesia de St. Moritz, en Augsburgo, Alemania, creada por John Pawson; son apenas algunas de las edificaciones que recoge Poirier en Sacred Spaces; tan distintas entre sí como espectaculares. «A pesar de sus grandes diferencias estilísticas —aunque es invisible al ojo humano—, lo que verdaderamente une a estas iglesias es percibido de forma inconsciente dentro nuestro: el estado emocional creado mientras uno está presente, el sentido de pertenencia y la convicción de que hay algo más grande que nosotros», comenta Thibaud Poirier.