El diseño español ha alcanzado en los últimos tiempos cumbres insospechadas propiciadas por el ambiente de transición política y de apertura internacional que se ha vivido a partir de mediados de los ochenta. Pero resulta curioso ahondar en la historia reciente y ver cómo esta explosión del diseño comenzó mucho antes… y tuvo mucho que ver con los objetos inflables.
Instant City, instalada en Ibiza para celebrar el 7º Congreso del ICSID y albergar a más de 1400 diseñadores de todo el mundo, entre los días 14 y 16 de octubre, 1971.
El congreso del ICSID, celebrado en Ibiza en 1971, fue un hito en la historia del diseño español y así lo han valorado sus propios organizadores y asistentes con la perspectiva que proporciona el tiempo. Todos coinciden en la relevancia que tuvo como germen de lo que vendría después, aparte de su valor como acto contestatario.
El espíritu del congreso de Ibiza lo constituía la llamada Instant City, una especie de ciudad hinchable, que se instaló especialmente para el acontecimiento. En este montaje tuvo tanta importancia lo construido como la forma de construirlo y el proceso en sí. La propia ciudad y el congreso eran realidades que llevaban implícito el concepto de «constrúyelo, úsalo y desmóntalo». Pero, además el congreso tuvo otro protagonista indiscutible, las esculturas de Ponsatí, también hinchables y dotadas de una gran simbología.
Algunos años más tarde, en 1974, la creación del Barcelona Centre de Disseny, justificó la colocación de una carpa inflable en la Diagonal de Barcelona que sirvió para albergar una serie de actividades relativas al diseño: exposiciones, charlas, cursos, etc., a la vez que permitía llevar la problemática del diseño profesional al ámbito social e industrial.
Después de aquello, el mundo de los objetos inflables ha seguido adelante con líneas más divertidas como la Colección Pop, con las bocas y huevos fritos creados por Marisa Gallén y Sandra Figuerola, y otros, concebidos con unos condicionantes más funcionales, como las gafas hinchables que Josep Puig creó a modo de homenaje al explorador Nobile, que en 1926 cruzó el Polo Norte en dirigible y que le valieron en 1988 el premio Expo-Óptica.
Gafas de sol hinchables y pleglables diseñadas por Josep Puig, emplean montura y patillas de PVC y cristales orgánicos.
Y siguiendo el signo de los tiempos, la Basic House de Martín Ruiz de Azúa, es un hábitat plegable, hinchable y reversible que permite a los nuevos nómadas, en palabras del propio diseñador, «tenerlo todo sin tener apenas nada. Una vida en tránsito sin ataduras materiales». Basic House en un volumen habitable de 2 metros cúbicos y 200 gramos de peso con prestaciones básicas: plegable, hinchable y reversible. Realizado en poliéster metalizado con dos caras, una dorada que protege del frío y otra plateada que aísla del calor.
Artículo publicado en Experimenta 33.