Según un informe de la ONU de 2007, 2.000 millones de personas habitan en ecosistemas áridos en donde la ausencia de lluvia condiciona su supervivencia. La fundación James Dyson ha premiado a Edward Linacre y su Airdrop, un dispositivo de riego para cultivos que aprovecha la humedad del aire.
Airdrop, Edward Linacre, 2011.
Edward Linacre, estudiante australiano de la Swinburne University of Technology de Melbourne, ha sido galardonado recientemente con el James Dyson Award, una distinción que premia a los estudiantes de ingeniería y diseño industrial cuyo trabajo proponga soluciones a aquellos problemas actuales que acucian al mundo.
El proyecto de Linacre ha sido pensado para los entornos áridos en donde las precipitaciones son escasas. Airdrop se inspira en el comportamiento de una especie de escarabajos que habita el desierto de Namib, en África, y que almacena en su caparazón las gotas de rocío que se condensan durante la noche.
Airdrop pretende postularse como alternativa barata frente a aquellas soluciones industriales de alto precio, gracias a su autosuficiencia energética y bajo coste de producción. La dotación de 10.000 libras que ahora le confiere el premio contribuirá a un mejor desarrollo del producto, aún en fase de prototipado .
Una turbina situada en el barra vertical se encarga de aspirar aire del ambiente. Cuando el viento es escaso, ésta es accionada mediante una batería alimentada por energía solar. El aire pasa entonces bajo tierra a través de un sistema de tuberías de cobre enrolladas en forma de muelle. La diferencia de temperatura entre el exterior y el interior y la conductividad térmica del material provocan que el aire se enfríe hasta los seis grados. Para ralentizar el paso de la corriente Linacre introdujo lana de cobre en los tubos.
Cuando la temperatura desciende, la humedad se condensa. El agua es separada, almacenada en un tanque subterráneo y finalmente, bombeada directamente a las raíces de las plantas mediante un sistema situado en el subsuelo. El resultado es la extracción de aproximadamente 11,5 ml de agua por cada metro cúbico de aire bombeado.
James Dyson habla de Airdrop, 2011.