En el diseño de Bongue, un altavoz para dispositivos de audio portátiles, el estudio holandés Toer emplea la energía cinética como fuente de alimentación, de modo que la amplificación del sonido varía en función de la fuerza del movimiento que lo acciona.
El reproductor mp3 se conecta con el altavoz, una esfera roja que ejerce de contrapeso; conjunto que permanece suspendido de un elemento de anclaje situado en la pared. Mientras el dispositivo se mantiene inmóvil, únicamente se percibe el audio que proporciona el propio aparato de música; en la medida que el brazo es agitado por el usuario mediante un mecanismo de polea, se acciona el amplificador y el volumen aumenta gradualmente.
El movimiento giratorio repetido deja trazos visibles en la pared que evidencian la interacción del objeto con su entorno, uno de los conceptos que explora habitualmente el estudio formado por Castor Bours y Wouter Widdershoven en sus proyectos.
Altavoz Bongue, Toer, 2010.