Filtros de agua ancestrales
Durante cientos de años, las comunidades rurales de México han bebido agua destilada con filtros de cantera fabricados por artesanos expertos. Sin embargo, hoy esta costumbre amenaza con perderse bajo el peso del progreso tecnológico. El diseñador Manuel Antonio Melendrez busca revitalizar esta vieja tradición con Aqui, una destiladora artesanal fabricada con piedra autóctona y vidrio soplado.
Materiales poco frecuentados por la cultura del diseño
Aqui es un filtro de agua ideado por Manuel Antonio Melendrez Zehfuss, diseñador industrial del Tecnológico de Monterrey Campus Guadalajara (México). Al igual que Still, el filtro de agua fabricado por Formafantasma, el mexicano investiga con materiales poco frecuentados por la cultura del diseño, dotándoles además de un profundo significado emocional que entronca con las tradiciones locales.“Beber agua filtrada por Aqui es aceptar la invitación a explotar la riqueza del territorio y la cultura mexicana”, aclara Melendrez.
Fabricado de manera artesanal
El filtro de agua ha sido fabricado de manera artesanal con materiales provenientes del estado de Jalisco. El diseñador mexicano ha contado con la ayuda de José Luis Dávalos, tallador de piedra de Guadalajara, y Jesús Reynoso, soplador de vidrio de Tonalá. El equipo ha abordado el proyecto desde metodologías y procesos tradicionales, recuperando los viejos oficios que la historia amenaza con extinguir y que, sin embargo, aportan soluciones lúcidas a las problemáticas contemporáneas del diseño.
Investigación y desarrollo
Después de una investigación donde se barajaron distintas soluciones —desde estructuras de metal hasta vasijas de barro—, el estudio optó finalmente por un prototipo de casi medio metro de alto y con forma de cono truncado. En el vértice superior, un embudo fabricado en piedra de cantera gris recoge y filtra el agua gracias al alto índice de porosidad de la roca. El líquido purificado fluye por un vaso de vidrio soplado, donde se almacena hasta que el usuario vierte el contenido gracias a un pequeño grifo.
Un litro cada 90 minutos
En la base del vaso, una roca encapsulada en cristal adorna el artefacto; su aspecto irregular sirve como contrapunto a la delicadeza de la piedra superior. En su conjunto, las lineas maestras evocan claramente la figura de un reloj de arena: “Necesitamos recordar que el tiempo pasa y no podemos dejar que nuestras tradiciones se escapen”, explica Melendrez.
En total, Aquí puede contener 10 litros, y purificar al ritmo de 1 litro cada 90 minutos. No requiere mayor cuidado que el de limpiar el embudo con lija una vez al mes. Además, dispone de una tapa fabricada también en piedra de cantera gris que puede funcionar como bandeja para transportar los vasos.