Con el objetivo de combatir el sedentarismo doméstico, el joven diseñador francés Benoit Malta presenta como trabajo de fin de máster Inactivité, una colección de muebles en madera de haya que defienden el principio de la “incomodidad tolerable”, de manera que la silla, la lámpara y los estantes que componen Inactivité desnaturalizan las acciones rutinarias de los usuarios y fomentan la actividad física en momentos normalmente estáticos.
Inactivité, Benoit Malta, 2014.
Consciente de las desventajas de la inactividad, Benoit Malta concluye su máster en la Escuela Boullet de París con un proyecto que obliga a repensar la modalidades habituales con las que nos relacionamos con los objetos de nuestro entorno. De hecho, los muebles de la colección nacen con el propósito de ofrecer una alternativa a las pautas de conducta cotidianas, ya que en vez de usar los productos que creamos, los programamos para evitar cualquier tipo de ejercicio físico. Como consecuencia, las innovaciones tecnológicas, que prometen una mejora en la calidad de vida de las personas, contradicen su propio objetivo, pues son múltiples las enfermedades ocasionadas por el sedentarismo crónico.
Inactivité, Benoit Malta, 2014.
Por el contrario, Inactivité de Benoit Malta reivindica la necesidad de tomar consciencia de nuestro cuerpo en cualquier actividad diaria. Entre las piezas de la colección destaca una silla de madera de haya con respaldo contrachapado que ha sido realizada gracias a la colaboración de artesanos de la Escuela Boullet. Tras un largo proceso de experimentación, el asiento, serrado con una fresadora y limado a mano, se sostiene sólo sobre dos patas, de manera que el movimiento es inevitable.
Inactivité, Benoit Malta, 2014.
La inestabilidad es el rasgo definititorio de una silla que se insipira en Sella de los hermanos Castiglioni y que, en cuanto que fruto de un diálogo con fisioterapeutas, pretende demostrar cómo también lo aparentemente incómodo puede resultar ergonómico. De este modo, Benoit Malta diseña un mueble que pretende renovar nuestros comportamientos diarios, pues la casa ya no puede ser concebida exclusivamente como lugar de reposo, sino que debe transformarse en ocasión para jugar de manera dinámica con los muebles que nos rodean.
Inactivité, Benoit Malta, 2014.
Inactivite, Benoit Malta, 2014.
De hecho, Inactivité cuenta también con una lámpara inspirada en las balanzas romanas que obliga al usuario a moverse varias veces al día para que la luz permanezca encendida, ya que la lámpara sólo ilumina cuando la estaca de madera de haya se encuentra en posición horizontal, gracias a un peso de aluminio colocado en su extremo derecho.
Inactivité, Benoit Malta, 2014.
Inactivité, Benoit Malta, 2014.
Inactivité, Benoit Malta, 2014.
Además, unas baldas de madera que se disponen en la pared a diferentes alturas y que recuerdan a las estructuras utilizadas para escalar exigen también un movimiento adicional y favorecen el estiramiento muscular cada vez que se coloca algún objeto en la estantería. Por tanto, la estructura de Benoit Malta nos obliga a desautomatizar nuestras acciones diarias, comúnmente ritualizadas, y a renovar nuestra percepción habitual de los objetos.
Inactivité, Benoit Malta, 2014.
De hecho, uno de los objetivos expresos del proyecto es precisamente la negación de la pasividad de nuestras prácticas diarias. El aspecto de los muebles de Inactivité, que también visualmente traicionan las expectativas del usuario, contribuye a la desnaturalización de acciones concencionalizadas, por lo que la confusión visual es una de las reacciones buscadas por el diseñador Benoit Malta.
Inactivité, Benoit Malta, 2014.
Inactivité, Benoit Malta, 2014.
