La nueva Experimenta 66 en formato papel está dedicada por completo al DIY (Do-It-Yourself, "hazlo tu mismo") y a la autoproducción. Os presentamos un resumen de uno de los articulos principales del número, firmado por Massimo Bianchini y Stefano Maffei, y algunas imágenes de los proyectos que lo acompañan. Si deseas leer la versión íntegra del texto tiulado Bestiario de autoproductores sigue este link que te dirigirá a nuestar tienda online.
Zapatos de fabricación digital de la microfactoría Don't Run – Beta.
A comienzos del tercer milenio, el interés por las prácticas de la autoproducción es más vivo que nunca. En todo el mundo occidental, la evolución de la figura del autoproductor se halla en el centro del cambio de modelo que observamos en la producción y el consumo de bienes y servicios.
Maquina eólica para confeccionar ropa de punto de Merel Karhof (Wind Knitting Factory), 2010.
Un acceso, ahora más sencillo y barato, a los conocimientos y a los medios del diseño y la producción —en términos de prácticas y tecnologías— permite a las personas desarrollar diversas formas de autoproducción: desde las más básicas, ligadas al remaking, la reparación (fixing) y la regeneración-refabricación de productos existentes (refurbishing y remanufacturing), a las más sofisticadas, como la customización, la personalización, el hacking e, incluso, ciertas formas temporales de empresas que se dedican a la autoproducción de objetos o a la oferta de servicios destinados a otros autoproductores, como es el caso de los designer-makers, los diseñadores-empresa o las microfábricas.
Prenda cinemática de nailon impresa en 3D, de Nervous System.
Pero también en los países en desarrollo se está redescubriendo o potenciando esta actividad, históricamente vinculada a prácticas de sustentación básica, que ahora evoluciona generando formas espontáneas de innovación capaces de transformarse en empresas.
Una variedad cada vez mayor de experiencias está así rediseñando la oferta de bienes como alimentos, decoración, complementos personales, tecnologías domésticas e, incluso, dispositivos tecnológicamente complejos.
Xylinum Cone, autoproducción de materiales a partir de bacterias, de Jannis Huelse y Stefan Schwabe, 2013.
Con esta realidad como punto de partida, los autores –Massimo Bianchini y Stefano Maffei– exploran la evolución de este fenómeno recopilando una taxonomía, o un bestiario, que identifica y describe sus principales categorías mediante ejemplos concretos.