“La elegancia de lo mínimo proviene de la inteligencia de la nada”, defiende Philippe Starck. Con esta filosofía, el diseñador francés y la firma americana Emeco han trabajado conjuntamente para la fabricación de Broom, una silla producida a partir de materiales de desecho que busca reducir a cero el impacto medioambiental.
Broom, Philippe Starck para Emeco, 2012.
Desde su fundación en 1944, Emeco ha enfocado su producción a la creación de objetos industriales destinados a durar en el tiempo y a causar un mínimo impacto en el medio ambiente. Su primera pieza, la silla de aluminio Navy, fue diseñada para ser utilizada en barcos de guerra y aguantar el impacto de los torpedos. La resistencia del material le confería una esperanza de vida estimada de 150 años.
En esta ocasión, la firma ha colaborado con el diseñador francés Philippe Starck para la fabricación de Broom. Para su fabricación, se ha recuperado el plástico y la madera residual provenientes de los desechos de varias fábricas y se han sintetizado en un compuesto que cuenta con un 75% de polipropileno, un 15% de madera y un 10% de fibra de vidrio.
Broom, Philippe Starck para Emeco, 2012.
Broom, Philippe Starck para Emeco, 2012.
El nombre de la silla, Broom, o "escoba" en castellano, evoca la imagen de un barrendero que limpia su taller y procesa el material sobrante en un nuevo producto. De la misma manera, Broom ha sido fabricada con el objetivo de reducir el coste energético y minimizar la cantidad de residuos emitidos. Además, la silla puede volver a ser reciclada por completo.
El diseño de la silla proviene de un proyecto descartado de 2001. La silla está disponible en seis colores: gris oscuro, natural, verde, naranja, amarillo y blanco.