Con todo tipo de productos y apuestas en pos del networking
Accesorios, mobiliario, luminarias, vajilla y objetos en distintos materiales y tecnologías. Büro Famos, es un inquieto estudio de Berlín formado por la dupla, que también es pareja en la vida real, Hanna Litwin y Romin Heide, que además oficia muchas veces de anfitriones de la escena local (por eso los conocemos), ya que Romin participa activamente en la sección berlinesa de la Asociación Alemana de Diseño Industrial (VDID) organizando eventos, reuniones o visitas a exposiciones para fomentar la creación de redes entre diseñadores.En octubre, mudaron su oficina a un espacio más neurálgico de la ciudad, en el barrio de Mitte, y aprovechamos a entrevistarlos.
¿Cómo se conocieron? ¿Fue primero el amor y luego el trabajo, o al revés?
R: En la universidad. Es difícil de decir. Hicimos un gran proyecto juntos. Quizá ya sabíamos que no se trataba sólo de trabajo. En cualquier caso, estamos juntos desde entonces.
¿Cuáles fueron sus primeros proyectos/productos? ¿Independientes o para empresas?
R: Antes de empezar el estudio ambos trabajábamos en diferentes contextos. Después de un tiempo en el estudio de diseño de interiores Ettlabenn en Berlín, tuve una beca en un instituto de diseño trabajando en el campo del diseño UX y también trabajé como freelance y diseñé bicicletas junto con otro diseñador.
H: En aquella época trabajé para una startup berlinesa llamada Kochhaus. Fotografía de producto, comunicación y diseño gráfico eran mis responsabilidades, después trabajé para la diseñadora de vajillas Mikaela Dörfel. Muchas formas, estar en el taller, construir prototipos de vajilla y cubiertos. Aprendí mucho sobre los detalles y la gran diferencia que supone añadir 1 mm al diámetro de un plato o que el tenedor tenga una curva ligeramente diferente.
R: Como ves, hemos metido la nariz en muchos campos diferentes y hemos absorbido mucho. Por eso, cuando decidimos crear nuestro propio estudio de diseño, pudimos acumular mucha experiencia en distintos campos.
H: Nuestro primer proyecto como Büro Famos fue una colección cápsula que reflejaba nuestro estilo y enfoque de entonces. Consistía en estanterías de pared plegables y una lámpara de pie. También nos sirvió para definir cómo trabajar untos.
¿Cómo definirían su ADN en términos de diseño?
R: Elegante, sencillo, claro, funcional. Siempre con el objetivo de despertar una sonrisa.
H: Sí, y esta relación es clave a la hora de comprar un producto. Así que la sostenibilidad viene de dentro, ya que estos productos son amados por sus propietarios, remendados y transmitidos.
El trabajar con las manos también es clave para ustedes…
R: ¡Sí, absolutamente! Yo lo veo así: gran parte de la evolución humana está ligada a caminar erguido, tener las manos libres y empezar a usarlas de todo tipo de formas despertando el ingenio y el cerebro, por supuesto. Pero desde mi punto de vista todo empezó con las manos. Los humanos somos táctiles hasta la médula. El mundo de productos diseñados por el hombre que nos rodea hoy es el resultado de una larga evolución. Así que si el objeto que pretendes diseñar es real y táctil, el proceso también debería serlo.
H: Sí, y como trabajamos en el fascinante segmento de los productos cotidianos, diseñamos con las manos. Así que construyendo prototipos podemos comprobar fácilmente su función, tamaño, forma, etc. Y estos prototipos también son clave en nuestro proceso de diseño. Los vemos como una especie de instantánea, una fase de desarrollo a partir de la cual seguimos diseñando. Siempre se necesita una buena cantidad de prototipos hasta que el producto final está listo. Y lo que también nos gusta es que el diálogo entre la cabeza y la mano que se produce al hacer prototipos evoca muchas ideas nuevas que no se nos habrían ocurrido en un principio.
– ¿De qué proyectos se siente más orgullosos?
R: Mencionaría dos: El trabajo que creamos durante nuestra residencia en Escocia. Fue una exploración abierta del mundo del vidrio colado y la pâte de verre que nos mostró nuevos caminos en el contexto del vidrio.Y también la fructífera colaboración a largo plazo con la marca danesa Bolia, que ha dado lugar a muchas series de productos de éxito.
H: Para mí, los colgadores de pared Logs son un gran logro. Por aquel entonces, la colaboración con el equipo de marketing fue realmente fantástica. No se trataba sólo de un producto nuevo. Es un producto que estaba y sigue estando hecho de piezas sobrantes de la producción de sillas de la empresa checa Ton y el embalaje también está hecho de cartón reutilizado. Ahoj (significa «Hola» en checo) ¡sostenibilidad!
– ¿En qué proyectos están trabajando actualmente?
H: Estamos trabajando en un concepto de estantería de pared. De momento estamos haciendo un prototipo de madera, al final no se verá ningún herraje y tengo muchas ganas de verlo terminado.
