Latas, cadenas, sujetadores, cables, móviles, casetes,… todo sirve, todo cuenta
La gestión de residuos en gran parte del continente africano ha colapsado. Una problemática de una gran complejidad que involucra y afecta a todos los componentes de una sociedad que literalmente, no sabe qué hacer con tanta basura. Y como si no bastara, la importación de residuos se ha instaurado como un nicho comercial con ciertos beneficios a corto plazo. El cementerio de barcos más grande mundo en Mauritania o los megavertederos de desechos electrónicos de Ghana y Nigeria, son apenas algunos ejemplos de esta práctica. Países como Kenia, multan con hasta 30.000 euros y dos años de cárcel a quienes fabriquen, importen, vendan o incluso, usen bolsas de plástico. Así de crítica es la situación.
En un panorama tan complicado era hasta lógico pensar que tarde o temprano la creatividad terminaría por abrirse camino. Este es el caso de Cyrus Kabiru, que con C-Stunners, su colección de gafas escultóricas, ha conseguido dar el salto a la escena artística europea y más importante aún, dar a conocer al resto del mundo la problemática que tiene en jaque a todo un continente.
Se trata de una serie abierta de gafas producida enteramente con materiales reciclados. Latas, cadenas, sujetadores, cables, móviles, casetes,… todo sirve, todo cuenta, todo vale para una colección sólidamente argumentada y magistralmente resuelta. “Cuando camino, me inspiro en las cosas que encuentro en la calle. Así que solo voy paseando y recogiendo. Soy esa persona que simplemente recoge todo en la calle. La gente se siente avergonzada cuando están conmigo. Te ven como un vagabundo o un loco”, afirma Cyrus Kabiru.
La obra de Kabiru, que ya ha sido expuesta en galerías de Londres, Los Angeles, Amsterdam, Barcelona…, comenzó a gestarse en su niñez, en Nairobi, a orillas del vertedero más grande de Kenia. «Me crié en los suburbios y desde pequeño me acostumbré a ver basura. Todos los días cuando me despertaba era la primera cosa que veía. Así que empecé a pintar y añadir en mis pequeñas creaciones los objetos que encontraba. Mi padre fue quien me inspiró a crear gafas. Cuando era pequeño deseaba que me pusieran gafas, pero dada la situación familiar, no me las compraban. En aquel tiempo era caro acceder un par de gafas, así que una vez me dijo: ‘Si quieres unas gafas las vas a tener que conseguir tú mismo’. Y fue así como empecé a buscar materiales entre la basura, y con papel, madera y alambre creé mi primer ejemplar», confesaba Kabiru durante una ponencia en TEDx.