Diseño ucraniano
El nombre «Cirrina» evoca a una especie de pulpo que habita en las profundidades del océano y cuya característica más relevante son las aletas que se ubican a los lados de su cabeza.
El diseñador ucraniano Sergey Lvov toma esta fascinante imagen del mundo marino para dar forma a las suaves curvas y a las líneas simples que componen la silla Cirrina, brindando un acabado equilibrado y orgánico a la pieza. Además, con el firme propósito de reflejar una imagen moderna y limpia, el diseñador se despoja de todo tipo de detalles brillantes y, en cambio, opta por «suaves contornos» y una leve inclinación, que le aportan una armonía natural a la estética.
Así, un respaldo inclinado y un asiento curvado —adaptado a la forma del cuerpo humano— ayudan a que el usuario pueda adoptar una posición cómoda y relajada al sentarse. Los principales materiales de esta pieza de diseño artístico son las hojas de metal curvadas (que brindan seguridad y fortaleza a la estructura) y la madera. De este modo, estableciendo una conexión visual y conceptual directa con el mundo marino, Segey Lvov parece hacer un claro intento por mantener vivo el vínculo entre el diseño y la naturaleza.