¿Cansado de los aeropuertos? ¿De los interminables tiempos de espera en estos “no lugares” inhóspitos y aburridos? ¡Viaja con Clip-Air! Reserva tu plaza en una de sus cápsulas y, sin moverte de tu asiento, déjate llevar por aire, por tierra y por mar hasta llegar a tu lugar de destino.
Avión modular Clip-Air. École Polytechnique Fédérale de Lausanne, 2013.
Esta, por lo menos, es la filosofía del último proyecto del École Polytechnique Fédérale de Lausanne (EPFL), que se propone revolucionar el transporte aéreo con unos aviones modulares que ofrecen muchas ventajas –afirman– tanto para el medioambiente como para los viajeros y las compañías de transporte. Hoy en díá , los trenes, aviones y autobuses se han convertido en “tubos”, en contenedores de personas con ventanillas herméticas; y es que, se trata en todos los casos de medios de transporte en los que la experiencia del viaje es casi idéntica. La idea de, por tanto, desplazar estos contenedores indistintamente enganchados a unas alas, subidos en un tren o en un barco, quizás constituya una posible solución para la integración de diferentes sistemas de transporte.
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Avión modular Clip-Air. École Polytechnique Fédérale de Lausanne, 2013.
Con Clip-Air, los pasajeros pueden subirse a un avión directamente en una estación de ferrocarril o una estación marítima. Tras embarcar en una cápsula y llegar a un aeropuerto, despegarían sin moverse de su asiento, metidos en uno de estos módulos enganchados a un ala voladora. Cada aeronave está formada por dos partes bien diferenciadas: el ala voladora –con la cabina del piloto, los motores y los depósitos de combustible– y tres capsulas, destinadas al transporte de a pasajeros, carga o combustible, según necesidades. La longitud de las cápsulas sería de unos 30 metros –como un vagón de tren o el fuselaje de un Airbus 320– y su peso unas 30 toneladas aproximadamente. Cada una de ellas contaría con 150 plazas, de modo que se podrián realizar vuelos con hasta 450 pasajeros embarcados en tres módulos. La misma capacidad de tres A320 pero con la mitad de motores.
Avión modular Clip-Air. École Polytechnique Fédérale de Lausanne, 2013.
Avión modular Clip-Air. École Polytechnique Fédérale de Lausanne, 2013.
La arquitectura modular de Clip-Air tiene un gran potencial para adaptarse a los retos energéticos del futuro, algo que ya se está explorando en esta fase de proyecto. Además, la separación de los pasajeros de la cabina y del deposito de combustible inauguraría nuevas perspectivas en lo que a seguridad aérea se refiere.
Avión modular Clip-Air. École Polytechnique Fédérale de Lausanne, 2013.
La gestión de la flota ganaría en flexibilidad y eficiencia. Las alas voladoras podrían cambiar los módulos de pasajeros por los de carga en las escalas intermedias y reducir drásticamente el número de vuelos vacíos y los de ida y vuelta entre dos aeropuertos. El sistema, además, podría funcionar sin grandes modificaciones en la infraestructura existente a pesar de suponer un cambio revolucionario para el sector: la integración de la velocidad del transporte aéreo con la accesibilidad de la red de ferrocarriles.
Avión modular Clip-Air. École Polytechnique Fédérale de Lausanne, 2013.
Avión modular Clip-Air. École Polytechnique Fédérale de Lausanne, 2013.
De momento, Clip-Air es solo un proyecto en proceso de desarrollo pero ya existen estudios que demuestran su viabilidad tanto técnica cómo económica y medioambiental. En todo caso, aunque tengamos que pasar muchos años para viajar en aviones modulares, Clip-Air nos indica un camino más inteligente y alternativo al de la construcción de aeronaves cada vez mas grandes y poco flexibles. Bienvenido sea el fin de las salas de espera.
Fotografías: © EPFL / TRANSP-OR / LIV / ICOM
