A hombros de gitantes
El estudio mexicano Comité de Proyectos, fundado en 2014 por las diseñadoras Andrea Flores y Lucía Soto, firma San Francisco, una imponente butaca con aires brutalistas que a su manera y desde su lugar, consigue arrancarnos una sonrisa de satisfacción y convencernos de que en el ámbito del diseño de asientos, aún queda mucho por hacer.
Inspirada —muy libremente— en un clásico del diseño estadounidense como es la butaca Adirondack, de Thomas Lee, la gente de Comité de Proyectos consiguió dar forma a un volumen tan original y atrevido como funcional y efectivo «Nuestro punto de partida fue una abstracción de la versión original, conservando únicamente las formas geométricas básicas que componen la versión original: prismas rectangulares y cilindros, que en nuestra versión se presentan a través de intersecciones», comenta Flores.
Una estructura compacta de madera y acero, de líneas muy agresivas, se ve interrumpida por la sabia implementación de un tan material cálido y cercano como el cuero vacuno. Destaca especialmente el cojín cilíndrico suspendido en el respaldo para resolver el reposacabeza.
«La madera utilizada se llama Huanacaxtle, una especie endémica del sureste de México. A petición del cliente, incorporamos cuero en el asiento que flota sujeto por correas y hebillas colocadas en la parte inferior, abrazando el cilindro en la parte frontal. También utilizamos cuero en el cilindro para sostener la cabeza», comenta Soto y agrega: «Cabe mencionar que parte de las soluciones formales y estructurales de la silla no habrían sido posibles sin la colaboración de nuestros maestros carpinteros y nuestros maestros tapiceros (un grupo de trabajo compuesto principalmente por mujeres). La unión de la pata con el cilindro y las correas de cuero fueron ideas que surgieron de ellos durante las visitas al taller».