Nuevos materiales, nuevos diseñadores, nuevos paradigmas
Es posible que nunca hayas escuchado hablar de Prowl, pero después de leer este artículo, los recordarás siempre. Fundado y dirigido por Lewis Epstein, este interesante estudio californiano ha conseguido dar vida a una pieza de mobiliario absolutamente impactante con la que pretende marcar el camino para acabar con el llamado «fast furniture».
Efectivamente, la gente de Prowl nos presenta una silla de comedor de líneas simples y una impronta austera, cuyo valor reside pura y exclusivamente en su materialidad. Ahondemos en ello.
La estructura de Peel, como ha sido bautizada esta pieza, está fabricada con un bioplástico a base de cáñamo, elaborado de manera similar a cualquier plástico convencional, pero con la capacidad de ser compostado industrialmente. Desarrollado por M4 Factory, el material combina biopolímeros con fibra de cáñamo y HURD, subproductos del procesamiento industrial de esta planta que suelen desperdiciarse. La silla se completa con un cojín ciertamente innovador de espuma de cáñamo y encapsulado en biocuero de cáñamo, desarrollado en colaboración con Studio Veratate.
«El ‘fast furniture’ representa un gran problema en en la industria del diseño. Materiales de baja calidad y tóxicos junto con la constante presión de mantenerse al día con las tendencias, dan como resultado más de 12 millones de toneladas de residuos procedentes de la fabricación de mobiliario solo en Estados Unidos», comenta Epstein y agrega: «Con Peel, el equipo de Prowl está explorando nuevas formas de combatir esta problemática desde dentro, diseñando con materiales más saludables e incorporando un plan viable para preveer el final de su vida útil».