experimenta_

Diseñando con hongos: The Growing Lab de Maurizio Montalti

Future-plastic-montalti-04.jpg

¿Pueden ser los hongos el material del futuro?

The Growing Lab, del diseñador italiano Maurizio Montalti, se interroga sobre las posibilidades del uso de estos organismos vivos para la producción de objetos en un tiempo no tan lejano. Los primeros resultados de esta investigación abren las puertas a un universo de objetos cultivados donde el diseñador pierde su condición creadora para convertirse en algo muy distinto: un jardinero.

Las propiedades de los hongos como material para producción industrial

The Growing Lab es un proyecto experimental que ensaya con las propiedades de los hongos como material para producción industrial y arquitectura. Su creador es Maurizio Montalti, un italiano que desde su estudio Officina Corpuscolli se dedicar a explorar nuevas vías de desarrollo en los procesos de diseño. Montalti lleva su pasión por la biología y su enfoque ecológico al terreno de la micología, de la que busca aplicaciones prácticas y realistas. Más concretamente lo hace con el micelio, una masa de filamentos que sirve como parte vegetativa de los hongos. Montalti introduce esporas de micelio en otros objetos tales como desperdicios, basura y plásticos degradados. La acción del hongo acaba por provocar la descomposición progresiva del conjunto y su regeneración en un nuevo material. Este híbrido permanece unido gracias a la intervención del micelio, que ejerce como pegamento natural.

Evolución de una pieza, The Growing Lab, Maurizio Montalti, 2014.

Micelio, The Growing Lab, Maurizio Montalti, 2014.

Micelio procesado, The Growing Lab, Maurizio Montalti, 2014.

Ingredientes, The Growing Lab, Maurizio Montalti, 2014.

Micelio, The Growing Lab, Maurizio Montalti, 2014.

Biodegradable y coste de producción bajo

Entre otras propiedades, el micelio crece con asombrosa rapidez —hasta un milímetro por hora— , es biodegradable, altamente decorativo, su coste de producción es muy reducido y puede elaborarse sin grandes infraestructuras industriales. «Dependiendo de las especies y los parámetros de crecimiento es posible desarrollar materiales con propiedades peculiares, como por ejemplo mayor o menos solidez, elasticidad, espesor, homogeneidad o resistencia al agua», puntualiza el diseñdor italiano.

Vasija, The Growing Lab, Maurizio Montalti, 2014.

Lámpara, The Growing Lab, Maurizio Montalti, 2014.

Lámpara, The Growing Lab, Maurizio Montalti, 2014.

Plato, Maurizio Montalti, 2014.

Un cambio radical de paradigma

El trabajo con el micelio podría suponer un cambio radical de paradigma. En primer lugar, porque sustituye la noción de producción por la de cultivo. El diseñador pasa así a convertirse en una suerte de jardinero que cuida con esmero la evolución de sus objetos. Además, el azar inherente al crecimiento de los hongos fuerza al diseñador a adoptar un papel menos demiúrgico y más organicista. El foco del proceso no se concentra en la forma, sino en la biogenesis.

Vasija, The Growing Lab, Maurizio Montalti, 2014.

The Growing Lab, Maurizio Montalti, 2014.

The Growing Lab, Maurizio Montalti, 2014.

Pieza con sello del estudio, Maurizio Montalti, 2014.

Proceso de investigación de The Growing Lab

Todo el proceso de investigación de The Growing Lab desembocó el pasado verano en «The Future of Plastic», una exposición que ocupó las salas de la Fondazonie PLART de Nápoles con los trabajos más recientes de Montalti. Las vasijas, lámparas, taburetes y sillas de micelio no se limitaron a dar cuentas de los experimentos de Montalti, sino que se enmarcaron bajo un discurso que pretendía poner en cuestión el actual sistema de producción. Y especialmente, uno de sus materiales más emblemáticos: el plástico.

The Future of Plastic, Maurizio Montalti, 2014.

Vasija, The Future of Plastic, Maurizio Montalti, 2014.

Vasijas, The Future of Plastic, Maurizio Montalti, 2014.

Los hongos como alternativas al plástico

Con la economía del carbón y petróleo en declive surge la necesidad de proponer alternativas al plástico, que es producto directo de estos recursos fósiles. El alto impacto ecológico de los polímeros hace necesaria dar una respuesta sostenible y biodegradable. O cuanto menos, hacernos las preguntas adecuadas, tal y como destaca Marco Petroni, comisario de la exposición. «El rol del diseñador ha cambiado: más que mejorar el mundo ofreciendo soluciones definitivas, el diseño debe proponer interrogantes», afirma.

Taburetes, The Future of Plastic, Maurizio Montalti, 2014.

Pieza, The Future of Plastic, Maurizio Montalti, 2014.

Bocetos, The Growing Lab, Maurizio Montalti, 2014.

Salir de la versión móvil