Durante siete semanas las diseñadoras industriales Lisa Frode, Emma Nilsson y Johanna Westin han trabajado juntas en el proyecto På Sofflocket, un banco para la cocina que reinterpreta el tradicional mobiliario sueco y lo adapta a las nuevas necesidades de uso sin perder en sencillez o practicidad.
På Sofflocket cuenta con dos espacios de almacenaje bajo el asiento, con una capacidad totalde 112,5 litros; con una tapa dividida en dos partes disminuye su peso y facilita la apertura de ambos lados. Una repisa en la zona posterior del respaldo permite guardar libros y periódicos, aumentando así el carácter del banco como elemento divisor de espacios.
El empleo de materiales locales, pino y madera de olmo para algunos detalles, reduce al mínimo los costes de transporte y las consiguientes emisiones contaminantes. De apariencia robusta, los acabados en curva favorecen la comodidad en el apoyo y, para hacer el banco más confortable, cabe la posiblidad de colocar dos almohadillas en el asiento.
En la fase de conceptualización, las diseñadoras han atendido a las nuevas similitudes de las familias contemporáneas con la vida doméstica propia del siglo XIX, donde la mayor parte de la vida se realizaba en único –y caldeado– espacio. A ello añaden la reducción del tamaño de las viviendas y el aumento de núcleos familiares con varios integrantes, como factores que hacen necesaria la creación de piezas de mobiliario polivalentes.
