Volver a los orígenes: el reto es alejarse de las las pantallas
Dëna, la start-up donostiarra fundada por el diseñador industrial Roberto García, acaba de poner un pie en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Consagrada a los juguetes para niños desde hace una década, algunas de las colecciones de esta empresa familiar están disponibles desde el pasado 21 de octubre en la tienda central del MOMA. Sus piezas, dirigidas a niños de 0 a 6 años de edad, se caracterizan por un diseño simple y sencillo, y aunque recogen y utilizan ciertos conceptos de la metodología Montessori, su verdadera inspiración fue, como el propio Roberto García confiesa, la de mejorar la experiencia de juego, creatividad y aprendizaje de sus dos hijos, al margen de las pantallas, las pilas, los cables o internet. “Esta coyuntura no solo es una evidente amenaza para la salud, debido a los riesgos, por ejemplo, de la luz azul de las pantallas, sino, sobre todo, un peligroso obstáculo para la educación y desarrollo de los niños», comenta el máximo responsable de Dëna.
Estos juguetes están fabricados con silicona platino, un material blando, resistente, ecológico, libre de BPA y 100% seguro. Las colecciones tienen un precio que oscila entre los 12 y los 50 euros y ya se vendan en más de 20 países de cuatro continentes distintos.
