Entender y aprovechar las circunstancias sociales y del entorno
Made in Situ, el estudio lisboeta fundado y dirigido por el diseñador galo Noé Duchaufour-Lawrance firma Burnt Cork, una interesante colección de mobiliario que destaca, no solo por sus logradas líneas y ejecución, sino también —y especialmente— por la elección e implementación de un material tan especial y representativo de Portugal como es el corcho.
Desde su llegada a la capital lusa, Noé destacó por sus constantes y estrechas colaboraciones con la comunidad de artesanos locales, y fue durante uno de estos proyectos cuando descubrió los procesos de obtención y sintetización del corcho. Fascinado, encontró su nicho justo en una de sus tangentes menos populares —resultado de las quemas programadas—, los tristemente celebres residuos industriales. “Las piezas diseñadas son el fruto de mis aventuras, exploraciones de texturas, patrones, materiales geológicos y biológicos y sus técnicas relacionadas. Sobre todo, mi estimulación proviene del conocimiento y la sensibilidad humana, vinculados a cada lugar específico», comenta Noah Duchaufour-Lawrance.
Burnt Cork está compuesta de cinco piezas principales, silla, butaca, tumbona, mesa y taburete (que también funciona como mesa auxiliar). Todas comparten y celebran la misma arquitectura: orgánica, robusta, mínima pero de gran personalidad. Literalmente tallados en corcho, cada volumen es, además de un derroche de profesionalidad, una declaración e intenciones.
De todos los aciertos de Noé Duchaufour-Lawrance y su equipo, probablemente el mayor de todos fue haber sabido entender y aprovechar las circunstancias sociales y del entorno para componer una colección que sin duda marcará una época en la industria del mueble de Portugal.