Con ocasion del cincuenta aniversario de Amnistía Internacional, Marteen Baas ha creado Empty Chair, una silla cuyo respaldo se desdibuja en una escalera que se prolonga hacia el cielo y denuncia "el silencio impuesto a aquellos que piden mayor libertad de expresión".
Empty Chair, Marteen Baas, 2011. Fotografía de Frank Tielemans.
El 10 de diciembre de 2010, el activista chino Liu Xiaobo fue galardonado con el premio Nobel de la Paz por su batalla por el cumplimiento de los derechos humanos en el país oriental. Su silla en Oslo permaneció significativamente vacía cuando el gobierno chino prohibió la asistencia de Xiaobo, prisionero desde 2008 por “subversion contra el Estado", al evento noruego.
La silla vacía como símbolo de la represion es el motivo del que parte el diseñador holandés Marteen Baas para crear Empty Chaiy, un objeto que homenajea al activista y conmemora el cincuenta aniversario de la creación de Amnistía Internacional. La institución invitó al creador holandés a diseñar una pieza para apoyar su campaña contra el creciente veto de escritores, artistas y activistas en el mundo. La silla fue presentada el pasado 28 de mayo en el Pakhuis de Zwijger en Ámsterdam.
Empty Chair, Marteen Baas, 2011. Fotografía de Frank Tielemans.
Marteen Baas parte de su experiencia con la arcilla sintética, un material que ya ha utilizado en ocasiones anteriores: el barro, modelado a mano, recubre un armazón de metal que sirve como esqueleto de la estructura. El resultado es un acabado artesanal que evita el uniformismo industrial y confiere al objeto un aspecto que imita la consistencia de la plastilina. En esta ocasión, el diseño de Empy Chair transforma el respaldo original en una escalera de cinco metros de alto que se extiende metafóricamente hacia el cielo como símbolo de la libertad de expresión.