La baldosa hidráulica conllevan uno de esos procesos artesanales del siglo pasado que hoy aguantan a duras penas el envite de las nuevas tecnologías. La última edición de la Valencia Disseny Week sirvió como marco para una exposición en la que la empresa Entic Designs mostró el trabajo que llevan realizando desde hace seis años para recuperar su fabricación.
Entic Designs nace en el año 2005 en Valencia como promotores de una iniciativa que busca recuperar la fabricación de baldosas hidráulicas en nuestro país. La empresa presta apoyo financiero y de diseño a dos viejos talleres artesanales con el objetivo de difundir y rescatar la técnica artesanal del olvido.
La invención de la baldosa hidráulica data del siglo XIX: tras el perfeccionamiento del procesamiento del cemento y la creación de la prensa hidráulica en 1868, los avances tecnológicos permitieron por primera vez la producción de azulejos sin necesidad de cocinar el barro en el horno. Su uso se extendió hasta los años sesenta del pasado siglo, cuando el empuje de las nuevas tecnologías hizo que la técnica artesanal quedara obsoleta.
Entic Design ha retomado este proceso de manufacturación para la fabricación de sus baldosas y cenefas. El método implica fabricar los azulejos pieza por pieza: en primer lugar, se coloca una trepa o matriz en un molde cuadrangular de 20 x 20 cm. Sobre esta trepa se derrama un compuesto mixto de marmolina, cemento blanco y pigmentos que conforma la primera capa de la baldosa, de un espesor de 3 mm. La trepa se encarga de contener la mezcla y así definir el diseño geométrico de la cara visible. Entic Designs han utilizado tanto trepas viejas como nuevas matrices diseñadas ex profeso.
A continuación se retira la trepa y se ubican dos capas más sobre el molde, una de cemento encargada de absorber la humedad, y otra de cemento y arena que facilita la adherencia de la baldosa a la pared o el suelo. Seguidamente, la pieza es compactada por una prensa hidráulica y sumergida en agua durante un día para su correcto fraguado. Finalmente, las baldosas se dejan secar durante 28 días. El resultado es un ladrillo de 2 cm de espesor.