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Entrevista a Alberto Martínez y Pepe García de CuldeSac. El diseño como estilo de vida

Entrevista a Alberto Martínez y Pepe García de CuldeSac. El diseño como estilo de vida

Entrevista a Alberto Martínez y Pepe García de CuldeSac. El diseño como estilo de vida

El buen diseño valenciano

Desde CuldeSac se trabaja el diseño en todas y cada una de sus vertientes, desde la comunicación gráfica hasta el diseño de espacios, packaging o producto. Estudio creativo cuya labor es de reconocido prestigio internacional, gracias a su saber hacer, constante y reflexivo. Charlamos con Alberto Martínez y Pepe García, socios fundadores de este estudio con base en el valenciano barrio de Patraix, responsable, entre otros, de proyectos como el premiado casco plegable Closca Fuga. Pasen y vean.

Pepe García, CuldeSac.

-¿Cuál es el origen del estudio creativo CuldeSac?
Tras terminar nuestros estudios en el Royal College of Art y ya habiendo trabajado en diferentes empresas, un amigo común, Héctor Serrano, nos presentó en una cena. En poco tiempo ya estábamos listos para empezar esta aventura de CuldeSac, un espacio creativo donde teníamos uno de los bienes más preciados: el tiempo. Tiempo para pensar, para no limitarnos a los encargos de los clientes y para poder compartir experiencias con profesionales de diferentes disciplinas. La base de este proyecto fueron el respeto y la admiración profesional, las ganas de aprender y la generosidad de compartir.

Alberto Martínez, CuldeSac.

¿Cuál es la filosofía de diseño de CuldeSac?
Pregunta que da para escribir un libro. En términos generales, es un estilo de vida, bastante mediterráneo por cierto.

¿Cómo definiríais la estética de vuestros diseños? 
Alberto Martínez: Siempre hemos debatido sobre si existe o no una dirección estética en nuestros diseños. Es verdad que se transforman dependiendo de nuestros compañeros de viaje, pero de fondo sí que hay un sabor mediterráneo.

Pepe García: Nuestro diseño explora la delgada línea de aquello que tiene la suficiente personalidad para perdurar en el tiempo y ser memorable, explora la necesidad de aportar algo nuevo que justifique su existencia sin que por ello ese punto de novedad sea histriónico o exagerado. Nuestros diseños no son un color, son más bien un perfume.

Trona OVO, de Culdesac para Micuna.

Vuestros productos se caracterizan por una estética sobria, elegante, atemporal… capaz de perdurar en el tiempo. ¿Por qué habéis optado por ello?
A.M.: Intentamos no diseñar producto de temporada. No solemos tener mucho tiempo para ello así que escogemos muy bien con quién queremos hacerlo y en general nuestros compañeros de viaje siempre están encantados de que perdure en el tiempo. No olvidemos que trabajamos para la industria y un producto duradero es éxito garantizado. No nos gusta chillar, nos encanta que la gente dibuje una sonrisa cuando es cómplice al entender y disfrutar una pieza CuldeSac.

P.G.: Se trata de generar objetos que puedan acompañarte en tu vida, que no te canses de verlos, que transmitan su razón de existir de una manera discreta, pero clara. Nuestro mundo es elegante y refinado, da igual lo que hagamos: una silla, una lámpara, un casco de bici, pero sobre todo son piezas funcionalmente hermosas. Entendemos la belleza de una forma amplia, hay belleza en una forma, en una función, en una solución técnica.

Casco Closca, Culdesac, 2014

¿Cuál sería vuestro tipo de cliente perfecto?
Aquel con ganas de explorar nuevos territorios, aquel en búsqueda de una visión clara, aquel que no se rinde a la primera y busca la excelencia, aquel con el que conectemos emocionalmente.

Habéis sido galardonados con premios de prestigio internacional, el más reciente, el Premio Delta Oro al casco plegable, Closca Fuga. ¿Qué significado tiene un premio?
A.M.: Hay que recoger el premio y seguir trabajando. Es como una zona de  avituallamiento, te brindan ánimos y compartes fuerzas con los clientes para seguir el camino, y a por la siguiente meta.

P.G.: Siempre hemos dicho que los premios son como marcas en el camino, te las vas encontrando sin buscarlas, pero te dan sensación de paz de no andar perdido, de estar haciendo bien las cosas. Desde el comienzo quisimos hacer historia, la nuestra propia, eso es lo que nos llevamos de forma personal día a día, pero cuando hemos sido honrados con estos galardones nos alegramos mucho porque tenemos la sensación de estar escribiendo alguna página de la historia de forma más colectiva, a través de los premios somos capaces de hacer y compartir aún más nuestra  historia.

Botijo LaSiesta, de Culdesac para Gandia Blasco

¿Creéis en el concepto del diseño sostenible?
A.M.: Ser sostenible, ecológico y saludable tiene que ser una máxima en todos los proyectos. Tenemos que predicar con el ejemplo, es algo que debe estar más que asumido en nuestra sociedad. El aprendizaje sobre la vida útil de los objetos y  sentir que estamos en equilibrio con nuestro entorno nos hace más inteligentes.

P.G.: Por supuesto, y creemos aún más en el concepto de vida sostenible, capaz de mantenerse dentro de un equilibrio positivo y duradero. Este concepto de sostenibilidad deberíamos entenderlo no sólo como uno material, sino también moral, económico, humano…

En los últimos años la tecnología y los nuevos materiales han crecido a gran velocidad, ¿os habéis visto afectados por ello?
A.M.: La tecnología siempre ha sido punta de lanza en la innovación. Es el otro campo a estudiar e investigar, va a ser otro de los pilares del diseño. Nuestro objetivo es trabajar con la tecnología y que pase lo más desapercibida posible.

P.G.: Honestamente creo que en cada periodo de la evolución humana se ha podido afirmar esto en mayor o menor medida, la tecnología y la innovación tiene un periodo de adaptación al mundo real que permite una incorporación productiva más asequible para nosotros los diseñadores. No todos los días se inventa algo realmente nuevo (gracias a Dios)

Sofá Lamp, de Culdesac y Hector Serrano

Se trata de una evolución imparable, ¿cómo creéis que nos va afectar a los diseñadores de a corto plazo?
A.M.: En efecto, es una evolución imparable. El internet de las cosas (IoT), la nueva generación de objetos inteligentes, la nanotecnología, la impresión digital y 3D… Es fantástico. A corto plazo, a los diseñadores nos afectará en concepto de tiempo, va todo muy rápido y hay que seguir aprendiendo.

P.G.: Nuestro mundo está programado para evolucionar de forma constante, es el mecanismo del que disponemos para sobrevivir, la vida en sí misma es una reacción química en búsqueda constante de su mejor versión. En este sentido los diseñadores somos como científicos de laboratorio jugando con el ADN del mundo de los objetos que nos rodean, y como tales nuestra misión es detectar aquellas ventajas que permitan a nuestro trabajo adaptarse mejor al medio.

Mesa Transalpina, de Culdesac para Punt Mobles, 2014
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