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Eva y Eve, de Foster + Partners para Lumina. La compleja simplicidad de una lámpara

Eva y Eve, de Foster + Partners para Lumina. La compleja simplicidad de una lámpara

Eva y Eve, de Foster + Partners para Lumina. La compleja simplicidad de una lámpara

Innovación tecnológica y buen gusto

Foster + Partners, el estudio de arquitectura y diseño fundado por Norman Foster en 1967, se ha convertido por derecho propio en una de las mayores y más  respetadas firmas creativas de la actualidad. Sus proyectos, que van desde aeropuertos o rascacielos futuristas, hasta sillas o accesorios de escritorio, no solo llevan su inconfundible impronta, sino que son en sí mismos, prodigios técnicos y tecnológicos dignos de casos de estudio. Su envergadura —actualmente cuenta con oficinas en 14 países distintos— y prolífica producción, consigue que algunas de sus creaciones pasen más inadvertidas que otras. Este es el caso de Eva y su reciente sucesora, Eve, una extraordinaria serie de lámparas de mesa que reflejan la idiosincracia del consagrado estudio británico.

Eva, en 2016, y Eve, hace escasos meses, fueron proyectadas exclusivamente para la firma italiana de iluminación, Lumina. Si bien su tamaño es distinto, comparten cada uno de los rasgos y prestaciones que definen la colección. El objetivo, como aseguran desde el estudio, era concebir una luminaria de escritorio que recreara una luz tenue, diáfana, indirecta,… sin caer en formas o conceptos manidos. El resultado fue una atractiva lámpara que utiliza una serie de lentes de cristal para reflejar y amplificar una fuente de luz relativamente débil. «La idea era crear un cono de luz flotante que emanara un brillo cálido similar a la luz de las velas», comentan sus responsables. Todo el conjunto se encuentra dentro de un tubo de vidrio con una base redonda de aluminio que soporta un solo led. Este led proyecta la luz hacia arriba en un cono reflectante, sostenido al ras por una junta mitrada sin costuras. «La luz pasa a través de dos lentes: una ‘holográfica’ plana y una cónica más grande. A la altura de los ojos, la fuente de luz es invisible, y el reflector parece flotar arriba, irradiando un brillo suave y cálido», explican los responsable del proyecto.

Tanto Eva como Eve son un ejemplo de innovación tecnológica y buen gusto, sin duda otro acierto de Foster + Partners. Si te ha gustado este proyecto, seguro disfrutarás de su edificio con fachada móvil o el interesante sillón Cove.

Eva y Eve, de Foster + Partners para Lumina. La compleja simplicidad de una lámpara
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