Con Clarisse Merlet al frente
La arquitecta, diseñadora y maker parisina, Clarisse Merlet, es la directora y fundadora de Fabbrick, una interesante y necesaria start-up, que ha conseguido explotar ciertos residuos textiles con el criterio y la visión necesaria para obtener un producto útil, viable y accesible que, además de presentarse como una solución constructiva real, nos muestra las posibilidades de un sector poco trabajado hasta la fecha.
Se trata de una suerte de ladrillo desarrollado a a partir de descartes, remanentes y residuos de una industria que solo en España produce alrededor de un millón de toneladas anuales. Si bien los procesos de fabricación son un secreto profesional, Merlet, a través de Fabbrick, ha conseguido crear un mercado genuino y de valor social para su producto.
«Cuando estudiaba arquitectura, comencé a darme cuenta que la construcción es una industria muy contaminante y que consume mucha energía, por lo que decidí buscar una manera de construir de manera diferente. Comencé a investigar las posibilidades de los residuos plásticos o del cartón. Así llegué a los textiles, con protocolos de reciclaje muy básicos a pesar de tener propiedades relevantes como aislante térmico y acústico», comenta Merlet.
Por supuesto, la propuesta de Merlet no solucionará la contaminación o las escasez de materiales de bajo impacto medioambiental para construcción, pero sin lugar a dudas es un paso en la dirección correcta para el mundo que nos merecemos. Felicidades.