Cuando todo está en su lugar y en la medida justa
Los hermanos Ronan y Erwan Bouroullec, socios fundadores del galardonado estudio parisino Ronan & Erwan Bouroullec, son los responsables de la silla Filo, una sutil pero potente pieza de mobiliario que destaca inmediatamente por sus superficies encordadas, austeridad de elementos y logradas líneas.
Desarrolladas para la editora italiana Mattiazzi, las Filo están producidas en madera maciza de haya y tanto el asiento como el respaldo han sido solucionados con cuerdas de nailon de alto rendimiento, esta última decisión es sin lugar a dudas la clave de la propuesta. Tanto la técnica utilizada, como su posterior adaptación, ha dado como resultado un producto sofisticado pero que goza de cierta familiaridad.
Con una dimensiones de 45 x 52,5 x 46,5 (80,5) cm, y 14,5 kg de peso, la Filo está disponible en cuatro colores distintos, negro, gris, amarillo y verde. «Después de algunos años trabajando para Mattiazzi, decidí aplicar lo que aprendí (de la fábrica, del resultado y de las ventas también) para intentar construir una estructura que no usara demasiada madera. Con esta idea en mente, trabajamos casi dos años. Recuerdo que al principio los prototipos necesitaban muchos refuerzos, pero poco a poco conseguimos el equilibrio justo. Es una mezcla entre tratar de limpiar una estructura al máximo y, al mismo tiempo, mantenerla lo suficientemente fuerte como para resistir el día día», comenta Ronan Bouroullec.