El diseñador holandés Diederik Schneemann ha presentado su proyecto A Flip Flop Story (Una historia de sandalias), en la reciente Feria de Milán 2011. Las chanclas y sandalias encontradas en las orillas del este de África han sido recogidas y reutilizadas para ser convertidas en objetos hechos a mano, preparados para volver a comenzar un nuevo ciclo de vida.
Objeto de la colección A Flip Flop Story, Diederik Schneemann, 2011.
Diederik Schneemann ha colaborado con la fundación Uniqueco, que las recoge para mantener las playas limpias y reciclar el material contaminante, a la vez que ayudar a la comunidad de artesanos kenianos a través de talleres (principalmente a mujeres de aldeas con pocos recursos), o como en esta ocasión, con la producción de los diseños del holandés.
Una de las principales actividades económicas de Kenia es la pesca, por lo que con este proyecto se está pensando en las generaciones futuras: la fauna marina también se ve afectada por el aluvión de estas sandalias varadas u olvidadas en las playas que llegan arrastradas por la marea incluso desde Asia. Son tragadas por los comedores de plancton e impiden el paso a otros animales, lo que se suma al problema de la contaminación marina general.
Vasos de flores de la colección A Flip Flop Story, Diederik Schneemann, 2011.
El estudio Schneemann quiere demostrar que el reciclaje puede significar una solución no sólo ambiental, sino social y económica. Así, las sandalias rotas, descoloridas y deformadas pueden ser prensadas para formar un conglomerado con el que crear nuevas formas y diseños de, por ejemplo, floreros, lámparas, juguetes y suponen un material barato para la comunidad autóctona que además se beneficia de unas playas y mares más limpios.