Allegory, Mos, Targa, Morris y Rue
Que el cannage está viviendo una segunda juventud, es innegable. Creativos de todo el mundo vuelven a echar mano de este histórico material para dotar a sus diseños —algunos con más fortuna que otros— de su inconfundible e intrínseca elegancia ganada a pulso a través de los años. Un buen ejemplo de esta suerte de fenómeno son los trabajos realizados por el estudio danés GamFratesi para Thonet.
Allegory, un escritorio clásico con futuro
En primer lugar tenemos a Allegory, un escritorio pensado tanto para espacios privados como de trabajo que destaca por su arriesgado bastidor circular de madera de haya en el que luce un superficie impoluta de cannage natural. «Allegory, es un punto de apoyo ideal para los espacios de la casa utilizados como despacho y para las soluciones contract más íntimas», comentan desde GamFratesi.
Mos, versátil y multifuncional
Seguimos con Mos, un banco de tres plazas que ofrece también la posibilidad de convertirse en unidad de almacenamiento quitando simplemente el asiento acolchado. Brillante. «Aunque está pensado para la zona de noche, ideal a los pies de la cama, gracias a su carácter discreto y refinado, es perfecto también en una entrada o en un salón».
Tara, sofá, sillón y mucha clase
En tercer lugar llega Tara, un juego de sofá de tres plazas y sillón en el que el cannage participa poco a nada en tareas estructurales o de funcionalidad, pero que sin duda aportan en colofón ideal para una colección impecable. «Ideales para los espacios del contract destinados a una sociabilidad más íntima y recogida, así como a ambientes residenciales con una personalidad poco convencional».
Rue, ingeniosa y elegante
Es el turno de Rue, sin duda, una de las piezas más curiosas. Se trata de una cabecera de madera de haya curvada al vapor donde el cannage saca lo mejor de sí. «Rue refleja la limpieza formal de estilo nórdico que caracterizan los diseños de Stine Gam y Enrico Fratesi (socios fundadores de GamFratesi)».
Morris, la acertada reinterpretación de un clásico
Y por último tenemos a Morris, una atrevida reinterpretación de la clásica silla vienesa donde, a través de la dramatización de sus lineas más distintivas, se ha conseguido dar una vuelta de tuerca a un volumen patrimonio del diseño europeo. La estructura está producida en haya maciza curvada al vapor y cuneta con un respaldo de cannage en dos alturas diferentes. Impecable.