Una alternativa a la industria masiva de juguetes
El diseñador holandés David van der Stel, graduado en la Design Academy de Eindhoven, es el autor de Hackjes, un equipo de complementos diseñados para “hackear” distintos artículos del hogar y transformarlos en juguetes DIY para niños. Hackjes no es más que un kit de conectores, ruedas, hélices o boquillas que complementan esos elementos de limpieza o cocina a los que jamás hubiéramos imaginado con fines didácticos. Artículos mundanos que, al aplicárseles un poco de ingenio, se convierten en juguetes geniales.
La idea de van der Stel, con este tipo de productos, es fomentar la creatividad en los niños y los juegos activos. En la actualidad es muy común que los niños se enfrasquen en sus ordenadores no solo para jugar sino para realizar todas sus actividades, y recrearse a la intemperie o practicar juegos que activen la imaginación son costumbres que se han ido perdiendo.
En la infancia, este diseñador y sus hermanos disfrutaban mucho soñando los juguetes que deseaban tener y planteándose el desafío de desarrollarlos ellos mismos. Cuando los niños son estimulados a utilizar sus manos para crear su propio entretenimiento, sus cerebros entran en funcionamiento y una vez que lo han conseguido la satisfacción es doble, pues han desarrollado su creatividad y se sienten orgullosos de haberlo logrado por sus propios medios.
Así un simple embudo y unos tubos de PVC, al aplicarse una boquilla, puede convertirse en una trompeta o un cohete volador puede ser el resultado de combinar una inútil botella de plástico con alguno de los complementos de Hackjes. Van der Stel cuenta que generalmente es una pregunta o un problema lo que alimenta su deseo de crear y encontrar una solución, y que disfruta mucho usando “el movimiento, nuevas técnicas y un poco de humor“ para hallar una respuesta y, finalmente, contar historias, que es lo que realmente lo motiva.
Los diseños del joven David van der Stel buscan modificar el entretenimiento aplicando técnicas innovadoras y puntos de vista originales para generar una alternativa a la industria masiva de juguetes que provee a los niños de objetos ya confeccionados limitando así su imaginación y su capacidad para soñar.
