Robusto pero mínimo, colorido pero austero
El diseñador industrial estadounidense Henry Julier ha ideado para Design Within Reach (DWR), probablemente la extensión comercial más interesante de Herman Miller, una refrescante colección de relojes que busca, desde el pragmatismo formal y funcional, perpetuarse en las salas de estar de todo el mundo.
Hemisphere, como ha sido bautizada, está compuesta de una versión de aplique y otra de escritorio, ambas destacan por el marcado contraste entre la robustez de sus líneas maestras —la refrescante paleta de colores— y la austeridad de elementos y componentes.
Sus dimensiones, más que generosas —las cajas tienen un diámetro de 22,4 cm en la versión de pared y 12,7 cm en la escritorio—, la definen como objetos de especial importancia en la composición de cualquier ambiente. «Hemisphere parece flotar en la pared escultórico sí, pero dinámico y funcional. Es un viajero en el tiempo, una anomalía en la monótona oferta actual», comentan desde la editora neoyorquina.
¿El detalle? La cara frontal del reloj está anclada con un ingenioso cierre imantado para facilitar el acceso al mecanismo principal y el recambio de batería.