Mucho más que un homenaje al diseño escandinavo
Inspirado en la filosofía de vida danesa conocida como hygge, famosa por promover un estilo de vida relajado, donde la simplicidad es el camino hacia la felicidad; el diseñador y arquitecto brasileño Lucas Caramés, ha dado vida a una refrescante pieza de mobiliario que, gracias a una exquisita arquitectura y honestos acabados, ha conseguido llamar la atención de la comunidad creativa internacional y, por supuesto, de la prensa especializada.
Hygge, como ha sido bautizada la pieza (previsiblemente), es una butaca de dimensiones generosas pero de talante ligero gracias a una estructura esencialista de madera maciza y unas partes blandas solucionadas con tensores textiles y cojines individuales para asientos, respaldo y cabeza.
Sí, es verdad, en un primer visionado las Hygge no parecen más que un homenaje al diseño escandinavo (por decirlo suavemente) pero con un poco más de tiempo y reflexión, los detalles, cada uno de ellos por separados y trabajando en conjunto, terminan por convencernos de que estamos ante una propuesta con relato propio.
Por supuesto, destaca especialmente el reposacabezas conseguido con una manta enrollada sujetada por dos cinchas de cuero teñido al natural. Por último, el detalle en metal. Ya sea para sujeción o por redondear la estética general, los tornillos dorados de cabeza plana son un acierto.
«En los últimos años hemos comenzado a entender la importancia de conectar más con nosotros mismos, de trabajar nuestra autenticidad y bienestar personal. Valorar la sencillez, las cosas buenas de la vida cotidiana y valorar los pequeños momentos de cariño y confort», comenta Caramés y agrega: «Las Hygge busca interpretar y resignificar esta conexión a través de combinaciones de materiales y estética constructiva, influenciado por el mobiliario ortogonal del movimiento modernista».