Objetos de deseo
El estudio de arquitectos neoyorkino Stonefox Architects acaba de presentar Identity Check, un proyecto que marca el inicio de una nueva serie de objetivos cuya meta es ampliar el alcance de su trabajo arquitectónico.
El proyecto, nacido de la idea de explorar el cada vez más extendido arte del selfie, consiste en una colección de espejos que se componen de una serie de piezas fragmentadas de vidrio reflectante, que distorsionan y deforman todo lo que se refleja en el espejo. Cada serie se compone de cinco espejos, todos ellos diferentes, y cada uno presentado en cinco colores: azul, rosa, naranja, amarillo y morado.
La idea del proyecto surgió de la necesidad de explorar el espacio y la arquitectura a través de los espejos, y lo que uno ve cuando se mira en uno. Al situarse en determinados ángulos, uno sólo puede ver parte de su imagen, pero no el techo o el suelo. Así, lo que comenzó como un diseño que pretendía fragmentar la propia imagen, fue derivando hacia la exploración del selfie, potenciando las superficies cóncavas para ampliar las posibilidades del reflejo.