Iluminación ecológica
Se estima que cerca del 15% de la población mundial no tiene acceso a un suministro de electricidad y en consecuencia, a una fuente de luz fiable. La lámpara de contrapeso GravityLight, desarrollada por The GravityLight Foundation, se postula como una alternativa sostenible a las nocivas lámparas de combustión tan populares en zonas desfavorecidas.
La historia de una lámpara de contrapeso
En 2009, los diseñadores de productos, Jim Reeves y Martin Riddiford, buscaban para SolarAid la manera de ofrecer luz generada por energía solar y de bajo coste para familias fuera de la red que viven con menos de tres dólares al día. Con el tiempo, se dieron cuenta de que las baterías y los paneles eran demasiado costosos, así es que decidieron cambiar de estrategia. Surgió GravityLight, una lámpara de contrapeso, sin baterías y sin emisiones tóxicas, que ha sido introducida en Kenia como producto piloto a gran escala. Todo ello ha sido posible gracias a la colaboración fundaciones como DOEN Foundation y campañas crowdfunding.
Y cómo funciona
A grandes rasgos, GravityLight funciona gracias a la tracción de un peso, en este caso de 12 kilos. Al precipitarse a lo largo de 20 minutos, la carga acciona una serie de engranajes de un motor que alimenta los ledes. Iluminación instantánea, sin necesidad de sol, baterías o combustible de ninguna clase y una luz cinco veces más intensa que la emitida por una lámpara de queroseno. Según los responsables el proyecto el objetivo de este proyecto no busca solo aportar iluminación de bajo coste, sino también puestos de trabajo y nuevas habilidades a las localidades que lo integren.