La cofundadora de Noom insiste con las formas orgánicas y vuelve a triunfar
La diseñadora industrial ucraniana Kateryna Sokolova nos tiene acostumbrado a un nivel de excelencia donde la originalidad y la precisión son siempre la pauta. En esta ocasión hablaremos de Tottori, una colección de mobiliario sublime que por supuesto, lejos de desentonar, acrecienta su larga lista de aciertos.
Se trata de una serie compuesta de cuatro piezas principales: sofá de dos plazas, butaca, un juego de mesas de centro y una silla de comedor, todas concebidas bajo una misma idea, con tantos puntos en común, que un volumen parece la extensión del anterior y el preámbulo del siguiente pero, al mismo tiempo, Sokolova se las ha arreglado para que cada pieza cuente una historia diferente y personal desde su lugar y ambiente. «Cuando estaba trabajando en Tottori, mi objetivo era diseñar piezas que parecieran amigos imaginarios, esos que teníamos de niños. Eran criaturas amigables que te envolvían como una manta cálida», comenta la diseñadora Kateryna Sokolova, cofundadora —junto a Arkadii Vartanov— Noom.
En Tottori, Sokolova insiste con las formas orgánicas y como no podía ser de otra manera, vuelve a triunfar. De patas tubulares, ángulos dóciles, texturas amigables y una paleta de colores apastelada, cada pieza fortalece la idea principal de esta serie que ha sido diseñada en exclusiva para Driade, la famosa firma italiana que desde 1968 no ha parado de editar verdaderas joyas del diseño contemporáneo. «Nuestra actitud hacia la comodidad del hogar había cambiado después del bloqueo que tuvimos debido a la pandemia. Las formas redondeadas de los muebles y las texturas que se pueden tocar se volvieron más valiosas que nunca».