La influencia de un movimiento inmortal
Con la silla Gropius, la diseñadora industrial Kateryna Sokolova rinde tributo a la Bauhaus, a la escuela, a sus principios, ideales y a los incontables profesionales y creaciones que surgieron y se nutrieron de uno de los movimientos creativos más importantes de los últimos 100 años.
Esta impactante pieza ha sido ideada en exclusiva para la joven e interesante editora ucraniana, Noom, y forma parte de una colección mayor, abierta y en desarrollo dedicada íntegramente a esta legendaria institución, fundada hace más de un siglo por el arquitecto y diseñador alemán Walter Gropius.
En esencia Gropius es una silla baja y robusta cuyo tapizado integral (en un tejido de pelo corto hecho de poliéster de alto rendimiento), la dota de la calidez y rasgos necesarios para funcionar y desempeñar diferentes papeles en diferentes ambientes. Ya sea en salas de estar como sillón auxiliar, hasta en salones como objeto escultórico, la propuesta de Sokolova es capaz de integrarse a un ecosistema cerrado o destacar por sí sola.
Compuesta de seis piezas cilíndricas, unas proporciones estándar de 71 x 75 x 75 cm, la silla Gropius cierra con un genial cojín esférico de 55 cm de diámetro que funciona como accesorio de soporte lumbar y objeto decorativo. Brillante.