«Todo puede ser todo y todo es posible en un mundo imposible”.
Si bien la inteligencia artificial lleva tiempo entre nosotros, hasta ahora su papel se ha limitado casi exclusivamente a ámbitos estadísticos, donde su impoluta pragmaticidad e inconmensurable poder de cálculo, es capaz de marcar las diferencias. Y es justamente debido a su fascinante e intrínseca naturaleza que su posible llegada al universo creativo, generaba más preguntas que repuestas. En este sentido el diseñador y arquitecto iraní Kaveh Najafian, nos ofrece una brutal colección de asientos que aunque teórica —y con total seguridad, imposible de producir— nos da pistas del estado actual y posible futuro de, para muchos, la herramienta más potente jamás inventada. Vamos a ello.
Aún sin nombre pero bajo el sello Contingency Plans, la serie de Najafian, compuesta exclusivamente de sillones, explora y explota con alegría y descaro las formas orgánicas. Esta dirección artística no se circunscribe a insinuaciones o líneas sugerentes, todo lo contrario, cornamentas, huevos o burbujas son elementos comunes en todas sus composiciones.
«Con las AI todo puede ser todo y todo es posible en un mundo imposible. No hay referencias para comparar. Cada imagen producida por una AI es como una pintura de un niño de cuatro años súper talentoso. Es imposible decir si, por ejemplo, una mesa es real o no, y no por una mala técnica o una falta de precisión, sino simplemente porque la mayoría de las veces no pretende ser una mesa como la entendemos,… y eso es lo que da autenticidad y sofisticación a la pintura infantil», comenta Najafian.
Como una vez pasó con los programas de edición digital, las herramientas con base AI despiertan, en la comunidad creativa, cierto escepticismo con tintes de rechazo. El tiempo dictará su real valor. Lo que sí es cierto, es su prometedor potencial y posibilidades,… para muestras: Kaveh Najafian.