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L’invitée, de Nathan Baraness y Marina Daguet. Una silla plegable de salón

L'invitée, de Nathan Baraness y Marina Daguet. Una silla plegable de salón © Julien Deceroi

L'invitée, de Nathan Baraness y Marina Daguet. Una silla plegable de salón © Julien Deceroi

El reto de trascender una pieza de mobiliario, a menudo relegada a los trasteros

Nathan Baraness y Marina Daguet, socios fundadores del estudio parisino Episode, son los responsables de L’invitée, una encantadora silla plegable que, gracias a una cuidada arquitectura, acertada mezcla de texturas y excelsos acabados, se ha conseguido trascender una pieza de mobiliario, a menudo relegada a los trasteros, y tildadas más como un mal necesario que como un verdadero activo capaz de transformar el hogar y sus estancias.

Tubular y esencialista, L’invitée está producida en madera de haya. Destacan sobremanera los detalles de las conexiones y articulaciones. Unas sutiles hendiduras en ambas varillas, son suficientes para reforzar la fijación de la estructura.

«La silla plegable es a menudo un objeto descuidado que se esconde o incluso se mantiene alejado. La silla que no damos a nuestros invitados. La idea era adoptar una nueva perspectiva y construir una silla cómoda en la que la gente quisiera sentarse. Aquí, no se usa acolchado, pero la tensión y el tipo de los tejidos crean la ilusión visual de un cojín suave, lo que le da a la silla un aspecto cómodo y ligero», comentan sus creadores.

L’invitée, de Nathan Baraness y Marina Daguet. Una silla plegable de salón © Julien Deceroi
L’invitée, de Nathan Baraness y Marina Daguet. Una silla plegable de salón © Julien Deceroi
L’invitée, de Nathan Baraness y Marina Daguet. Una silla plegable de salón © Julien Deceroi
L’invitée, de Nathan Baraness y Marina Daguet. Una silla plegable de salón © Julien Deceroi
L’invitée, de Nathan Baraness y Marina Daguet. Una silla plegable de salón © Julien Deceroi
L’invitée, de Nathan Baraness y Marina Daguet. Una silla plegable de salón © Julien Deceroi
L’invitée, de Nathan Baraness y Marina Daguet. Una silla plegable de salón © Julien Deceroi
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