El diseñador Martín Azúa ha creado para la firma Mobles 114 de Barcelona “La vida en los objetos”, un sillón que busca integrar la vida cotidiana de los animales y la naturaleza con la de los seres humanos. El resultado es un mueble que aspira a interrogarse sobre las estrategias de invasión y colonización que ejercen simultáneamente lo natural y lo artificial entre ellos.
La vida en los objetos, Martín Azúa, Mobles 114, 2011.
Martín Azúa ha partido de un proyecto previo realizado en 2008 también para Mobles 114, el sillón Om. Consiste en una pieza de politileno fabricada por rotomoldeo, 100% reciclable y dirigida tanto para su uso en espacios interiores como para el exterior.
La intervención de Azúa desarrolla dos nuevas cavidades en el mueble que pueden ser destinadas tanto para albergar vida vegetal como animal, o lo que es lo mismo, las aberturas pueden ser utilizadas como macetas o madrigueras. "La vida en los objetos reivindica la incorporación de procesos naturales a la vida cotidiana, vida dentro de los objetos.”
El trabajo como diseñador de Martín Azúa busca reflejar las relaciones simbióticas que pueden situarse entre el hombre y su entorno. Sus proyectos previos juegan con la degradación (Mancha Natural, 1998), la apropiación de lo artificial por parte de lo natural (La memoria del bosque en los productos de IKEA, 2008), el hábitat de los animales (Huevo refugio, 2007) o el ciclo natural de la vida (Jarrón para flores vivas, 2007).
Según Martín de Azúa “En la naturaleza nada es gratuito, las formas naturales son siempre el resultado de una economía de materia y energía para conseguir un resultado. Además, —explica el diseñador— los procesos de vida se interrelacionan en un ciclo común. No me interesa tanto la naturaleza como valor estético sino como una estrategia de acción y adaptación”.