La diseñadora alemana María Emmrich presenta las colmenas artificiales para la nueva generación de apicultores. Son piezas modulares que le permiten al apicultor realizar por sí mismo el armado del apiario (lugar donde se reúnen dos o más colmenas), y que reformulan la idea que hasta ahora teníamos de la producción y recolección de la miel. Estos panales representan la evolución de las colmenas verticales, que tienen como primer antecedente la invención de Lorenzo Langstroth, patentada con su nombre en Estados Unidos en 1852. Los diseños de Emmerich representan un ahorro de espacio, lo que habilita a los apicultores a instalar las colmenas no sólo en jardines espaciosos sino también en la azotea, en el balcón o incluso en el lugar de trabajo. El concepto modular permite variar el tamaño del apiario según las posibilidades. Los módulos no contienen plástico ni productos farmacológicos, están producidos en corcho natural, que es un excelente material aislante. La diseñadora, estudiosa de las posibilidades de las abejas en las ciudades, intenta imponer la idea de que la apicultura puede ser más accesible y atractiva para todo tipo de personas y que puede desarrollarse con mayor naturalidad.