«El desafío era mejorar la calidad de vida de personas en distintos contextos de cohabitación».
Patchwork es una arriesgada pieza de mobiliario pensada para espacios reducidos, compartidos y dinámicos. Obra de Nooi, el estudio italiano propiedad de Giulia Pesce y Ruggero Bastita, la idea nace de la necesidad de ofrecer una solución para los siempre abarrotados centros para refugiados o personas sin hogar. «El desafío era mejorar la calidad de vida de personas en distintos contextos de cohabitación. Patchwork ofrece una solución eficiente a las necesidades de privacidad, delimitación de un espacio propio, personalización y organización de la ropa y pertenencias personales», comenta Pesce. Utilizando un separador de ambientes de factura metálica como punto de partida, Pesce y Bastita consiguieron articular un módulo funcional e independiente, capaz de «vestir» una ambiente y aportar soluciones para espacios compartidos.