Su refrescante impronta se completa con la posibilidad de plegarse a placer
Efectivamente, el talentoso diseñador japonés Kunikazu Hamanishi se ha inspirado en las hamacas de jardín de toda la vida para dar vida a Blanco, un delicado sofá de dos plazas cuya refrescante impronta se completa con la posibilidad de plegarse a placer. Concebido a partir de una estructura simple de acero tubular, la piedra angular de la propuesta son las fajas de cuero natural que fijan los componentes y sirven, al mismo tiempo, como una suerte de reposabrazos.